SALVAR AL VIRREY ESPAÑOL EN EUSKADI

SALVAR AL VIRREY ESPAÑOL EN EUSKADI

Se ha descubierto que al cesar el que fuera Delegado del Gobierno Central en la CAPV por el PSOE, Mikel Cabieces,  se le buscó un apaño. Para ello, el presidente del  PP en Euskadi presionó al de la BBK para que le diera una salida profesional, a lo que accedió Mario Fernadez. El montaje consistía en contratar al delegado cesado en un bufete de abogados y la Caja  pagaría 6.000 € mensuales destinados a Cabieces. Al cesar Mario Fernandez de presidente de BBK y ser sustituido por Gregorio Villalabeitia, éste  denuncia a la fiscalía el asunto en el que participaron PP, PSOE y quizá el PNV. La primera reacción del ciudadano  es cuestionarse  la razón por la que se da un trato de privilegio a un político.. Por la misma razón podría pedir este trato un trabajador  despedido y que carece de medios para vivir y pagar su hipoteca. La siguiente sensación es de decepción, pues los vascos siempre se han distinguido `por  su seriedad y honradez. Ahora  descubre que también en la implacable BBK hay corrupción, que es como otras que han sido refugio  políticos amortizados y sin escrúpulos. Que todo lo han organizado las cúpulas de partidos aparentemente  enfrentados. Hace pensar que  es una escenificación burda, que en realidad  se reparten los cromos entre ellos a costa de la buena fe de la ciudadanía.. Cabieces al ser descubierto, dimite como afiliado del PSOE, pero Mendía aparece en público soberbia, aunque se permite afirmar que desconoce todo el asunto.  Que su partido es el único que puede llevar la cabeza bien alta. Mario Fernandez, con la suficiencia que le caracteriza, amenaza con querellas a quien le difame. Pero, por si acaso  ha devuelto de su bolsillo los 240.000 € que la BBK pagó a Cabieces. Declara  que está irritado porque Villalabeitia no ha cumplido con el pacto de parar la denuncia si la entidad no sufría  quebranto. Estos linces  creen que se pueden ocultar  las trampas porque se sienten respaldados por sus partidos. Villalabeitia no puede ocultar el marrón, pues sería cómplice de los pelotazos de los partidos que  se tapan entre ellos las vergüenzas porque todos tienen muertos en el armario y no conviene destapar pozos sépticos en  tiempos de elecciones.  Es que los jueces han perdido el miedo y les ha surgido repentinamente  un furor purificador, empapelando a todo el que se menee, aunque otra cosa sea la celebración de los juicios, las sentencias y si las cárceles van a seguir siendo para los  que no han sabido rodearse de buenos asesores y lograr el apoyo de jueces nombrados por el partido en el poder.  No es un caso más de corrupción: quizá con tantos como se han descubierto en España  pase desapercibido, pues así de degradada están  la política y las finanzas. La convulsión es que se haya desatado en Euskadi, donde parecía que los casos de corrupción descubiertos en la patria del Lazarillo de Tormes nos servían para poner distancia moral con España. Pues no, a pesar de la buena fama de los vascos, nuestros políticos  son tan corruptos y tienen tan pocos escrúpulos como los de la Madre Patria. Haberlo constatado la población de la que tan orgulloso se sentía, va a representar un antes y un después y se  comprobará si servirá de catarsis y son castigados como se merecen los que han abusado de la buena fe de la población vasca.