CASO KABAKAS: "HASTA EL FINAL"

CASO KABAKAS: “HASTA EL FINAL”

Con estas palabras el Ex Consejero del Interior, Rodolfo Ares, se comprometió a investigar  toda la verdad. Han pasado los años y todo está como al principio, sólo que la decepción y la desesperanza de sus familiares han llegado al límite. También la población sigue expectante para que los jueces decidan dar los pasos lógicos. En unas lacrimógenas declaraciones recientes del responsable de la Ertzantza  reconocía que “algo hemos debido hacer mal”. ¡A buenas horas!, cuando  no se avanza en aplicar la justicia a los que dispararon mortalmente. La solución sería inmediata si hubiera voluntad de identificar a los culpables: el juez debería ordenar al responsable de la Ertzantza que en un plazo fijado le informe de los agentes y mandos del operativo que realizó  la carga, con la advertencia de las consecuencias que se pueden derivar de su incumplimiento.. El mando  que ordenó disparar a su gente sabe perfectamente los que componían la escuadra, incluso tendrá la evidencia del agente que realizó el disparo mortal. Realmente es la  voluntad de evitar complicaciones a Ares y a la cadena de mando del PSE. La población vasca creía imposible que su respetada policía copiara a la tropa  española sus métodos,  ocultando acciones causantes de muertes o pánico en la población y que la Ertzantza actuaría de diferente manera a los agentes y mandos las fuerzas del orden público españolas, siempre al cubierto de responsabilidades por los superiores jerárquicos y políticos cuando acontecen situaciones dudosas. Los protocoles de actuación son retórica al detallar los procedimientos que deben cumplir al operar, pues es frecuente que en  tomas espontáneas realizadas  por videos de aficionados  evidencien  su saña y excesos. En realidad estos casos sólo serían evitables si se tuviera la voluntad decidida de cambiar el perfil de los Ertzainak: se debería potenciar su formación psicológica y humanística radicalmente y reducir la importancia de la preparación física, táctica y de fuerza bruta. Porque un cuerpo de Seguridad genera paz y libertad y no tiene  nada tiene que ver con el orden público que se basa en la provocación y el temor de la población.