jueves, 26 de febrero de 2015

OTRO EXITO JUDICIAL Y POLICIAL



OTRO NUEVO ÉXITO JUDICIAL Y POLICIAL
Recientemente en Gijón la policía ha procedido a cumplimentar la orden de desahucio del  un juez por la que mandaba evacuar  la vivienda de propietarios por impago del préstamo con que la financió. Con los modales habituales, ante las protestas de  la familia y la solidaridad de los vecinos, fueron desalojados con sus enseres y permanecieron en la acera de la calle vigilados por la tropa. Cinco horas más tarde, al  parecer  alguien que puso algo de cordura al festival, aportó un documento del juez que ofició, que produjeron las leves molestias a los desahuciados,  en el que rectificaba la orden que con tanta meticulosidad cumplieron los policías. Informaron a los sorprendidos afectados escuetamente que se había producido un error a la hora de señalar el domicilio objeto del desalojo, quedando anulada la orden y autorizándoles a volver a entrar al domicilio. Así, con ese humanitario lenguaje de juzgados. Seguramente al final del documento se expresaría algo así como: “lo que comunico a Vd. para su conocimiento y efectos oportunos. Dios guarde a Vd. muchos años”. En medio del drama, que el final haya resultado una mezcla de sainete de Arniches y novela romántica de Alejandro Dumas, es conmovedor, pues  así los protagonistas tendrán una hazaña que contar.. Los desahuciados no, ya han experimentado sin fantasías que no olvidarán mientras vivan. El  auténtico protagonista será el juez que es el que aplica la  justicia: no en vano es el que conoce, domina e interpreta  las leyes. También  la tropa encargada de la delicada misión de sacar a la fuerza de su domicilio a los propietarios por no pagar en fecha y forma al banco que financió la operación, se retirará satisfecha a sus cuarteles de invierno con la conciencia del deber cumplido.  De inmediato se espera que se abra una comisión de investigación para analizar los hechos, con la intención de llegar hasta el final,. Es de esperar que será declarado culpable el chico de los recados por haberse equivocado de dirección. Naturalmente, se ha de ir al fondo, caiga quien caiga, como se dice cuando se nombra una comisión para que quede todo lo problemático sin resolver, conociéndose a priori que no será de utilidad alguna. La familia desahuciada tratará de recuperarse del susto y dará gracias a la suerte...


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