viernes, 13 de noviembre de 2015

Tremenda la responsabilidad moral que se ha echado encima Pablo Iglesias y sus colegas por haber defraudado las ilusiones y esperanzas de grandes masas de "indignados" que tenían la ilusión de cambiar este barrizal que es la política española y que se ha quedado en un espacio restringido en el que estos profesores han hecho de estos grupos de gente inquieta   un espacio para desplegar sus plumas cono pavos reales, pero sin cabeza y sin alma. Algún día deberían pedir disculpas por las inmensas fuerzas que acumulaba la ciudadanía y que han dilapidado como unos niñatos que creen que ser profesores les da algún plus sobre la gente de común. Quien será capaz de ilusionar de nuevo a estos idealistas que ven que los líderes que han tomado el poder de Podemos se han convertido en Narcisos y se encaminan de victoria en victoria hasta la derrota total. La  Universidad es un pozo de teóricos de laboratorio que desconocen la realidad cotidiana y que destruyen todo lo que tocan y después, cuando fracasan, se vuelven orgullosos a sus cubículos universitarios protestando de que la población no les han entendido. Han caido en los mismos defectos de los plíticos tradicionales que  sudaron tinta cuando los "indignados" se pusieron de pie para protestar, pero estos teóricos se han encargado de tranquilizarles para que estos viejos políticos del bipartidismo recuperen la tranquiidad y renueven sus cargos. MIentras, Iglesias y su banda, quizá consigan algún puesto de diputado para que su ego quede saciado y tengan una tribuna desde la que puedan lucir sus   sus discursos llenos de proyectos para implantar en España Alice in Wonderland. 

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