miércoles, 18 de noviembre de 2015

"EL HEROISMO SE DEMUESTRA EN LA BATALLA"



“EL HEROISMO SE DEMUESTRA EN LA BATALLA”
Son curiosas las  recientes declaraciones públicas de los ex magistrados del Supremo, Villarejo y Martín Pallín,  afirmando que fueron los únicos que se opusieron a archivar el Caso Banca Catalana en el que estaba implicado el President de la Generalitat,  Jordi Pujol. Acusan al alto tribunal de ser manipulado por políticos por razones de Estado. Han transcurrido de ello muchos años, pero es ahora cuando lo hacen público en los medios de difusión con voluntad de ser considerados héroes.  Ambos  han hecho siempre alarde  de su carácter insobornable para proclamar la verdad a tiempo y a destiempo.. Como decía Von Clausewitz en “Vom Krieg, “ El heroísmo sólo se demuestra en la batalla frente al enemigo” . Después son fáciles los relatos bélicos. Habría que sugerir a los que ahora  publican secretos celosamente guardados, conocidos por ambos jueces desde el momento que el Supremo falló la no imputación de Pujol, que hubiera sido  una denuncia eficaz hacerlo cuando acontecieron , ahora  pone de manifiesto que no tuvieron el coraje del que  hacen gala. Es obvio que denunciarlo cuando se produjeron aquellas irregularidades comportaba riesgos y quizá ser relegados a algún juzgado de provincias y asumir la pérdida de sus brillantes carreras, pero parece que ambos toman parte de la indigna cruzada de presión de los poderes fácticos contra el catalanismo independentista. Ambos atacan con saña  la voluntad exquisitamente democrática de los líderes independentistas  y faltan a las más elementales reglas de respeto que merecen todas las opciones políticas, por muy opuestas que sean a las de los  nacionalistas españoles que ambos profesan con fanatismo impropio de jueces que  debería mostrar por quienes piensan desde otras convicciones políticas, aunque exquisitamente  democráticas.. Decía Jordi Molina “Lo más parecido a  un español de derechas es un español de izquierdas”. Cabría  interrogarse si es posible que en España se considere respetable  a quien asuma ser independentista catalán o vasco y no tener que ocultarlo ni temer ser despellejado. Con criterios formas de expresión tan agresivas como las de  estos jueces con tanto prestigio acumulado,  el independentismo catalán es ya imparable.


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