martes, 30 de junio de 2015

RESPETAR LA DIGNIDAD DE GRECIA



RESPETAR LA DIGNIDAD DE GRECIA
La implacable maquinaria de propaganda de los países que quieren humillar la dignidad y el derecho a la libertad del pueblo griego, se ha puesto en funcionamiento tratando de que aparezca ante la comunidad de  pueblos libres como si se tratara de vagos, oportunistas que quieren vivir a cuenta de los países ricos de la UE. Los miembros de la Troika y los ministros de finanzas son insaciables: carecen de cualquier rasgo humanitario. Quieren dar un castigo ejemplar para que sirva de aviso a navegantes a otros  estados que estén en  riesgo de default. El trato degradante al que se está sometiendo a la población griega, después de sacrificios sin fin, debería hacer que los ciudadanos de los demás países saliéramos en su defensa, pues todos tendríamos mucho que ocultar como para  actuar como pavos reales. Si ha habido un país al que se la han perdonado deudas ha sido a Alemania. Su dureza  y la falta de humanidad para tratar a quienes no se les puede exigir más, es el pueblo alemán, la cuna del nazismo y que tuvo el  instinto, la crueldad y el rigor  de crear los KL,  el gheto de Varsovia y  fueron capaces de invadir Grecia, a la que arruinaron llevándose oro, obras de arte y valores que equivaldrían a las deudas de los griegos contraídas ilegítimamente en connivencia con la banda de rapaces en que se ha convertido la UE, es indignante que,  quienes masacraron precisamente la cuna de la democracia, ahora de nuevo la  invadan, aunque  sin Luftwaffe, Wehrmacht o GESTAPO. Las formas hoy son  discretas, aunque con mayor eficacia: tienen a su servicio el BCE, al frente del cual han colocado a un ilustre estafador que fue el muñidor que presentó las cuentas falseadas de Grecia, con el aval de gobiernos corruptos,  para que ser admitida en la UE. Además, les rinde pleitesía una cohorte de monaguillos sumisos, entre ellos nuestro ilustre y servil De Guindos, quien está haciendo méritos para que le nombren Presidente del Eurogrupo. Alemania pone de nuevo a todo el pueblo griego de rodillas y en trance de convertirse en una colonia de los que les invadieron y arruinaron durante las  hazañas  del nazismo, sin que hayan respondido de su arrogancia. Grecia no  merece ser tratada como un pueblo de esclavos. Su dignidad debería ser también la nuestra y defenderla con orgullo.

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