miércoles, 24 de junio de 2015

PEDIR DISCULPAS A LAS VICTIMAS DEL HOLOCAUSTO



PEDIR DISCULPAS A LAS VICTIMAS DEL HOLOCAUSTO.
 La nueva corporación madrileña ha obligado a dimitir  al concejal de Cultura por haber enviado un twitter que ofende gravemente los sentimientos de los judíos que murieron en las cámaras de gas en los KL de los nazis. Sorprende que Manuela Carmena le haya nombrado lider cultural del ayuntamiento, pues debería ser irreprochable y un referente para la ciudadanía. No son aceptables sus  disculpas del contexto ni que haya pedido perdón a los ofendidos, pues alguien que bromea con el dolor sufrido por seres humanos puede ser perdonado, pero no se le puede conceder una segunda oportunidad: hay afirmaciones irreversibles y por ello debería ser cesado también como concejal, pues no puede representar a la población un personaje tan frívolo o, lo que es peor,   quien juega con sentimientos tan profundos no merece el honor de liderar la cultura de una ciudad. Cermena, que es un referente por sus convicciones democráticas tan acreditadas no debería haber sido tolerante con este elemento que se cree ingenioso con relatos “ocurrentes” referidos a la vida de un pueblo al que  han segado la vida de más de seis millones de sus hermanos. Parece mentira, por otra parte, que este insensible concejal no haya sido perspicaz como para comprender que pueden llegar a conocimiento inmediato de sus opositores en el ayuntamiento y que es  la munición para que disparen los que  han maquinado con toda clase de artes miserables y lograr seguir dominando el concejo como su huerto particular. No es aquí el espacio para acusar a los judíos de sus masacres al pueblo palestino, aunque algún día tendrán que responder  por tanta sangre inocente que han derramado con crueldad. En las instituciones no se necesitan sabios ni intelectuales que busquen una tribuna para su lucimiento personal. Los regidores públicos tienen que ser honestos, trabajar por extender los valores ciudadanos, ser tolerantes y llenar las instituciones de democracia  auténtica. Intelectuales como este cínico que se sirve de un pueblo que sufre para sus licencias literarias o para popularizarse por estos medios tan despreciables y macabros, deben ser excluidos de la convivencia. Se debería homenajear a las víctimas con un acto de desagravio que trate de cicatrizar las heridas de un pueblo inocente, víctima de locuras racistas.  Mis más sinceras disculpas.


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