viernes, 5 de junio de 2015

GRAN BRETAÑA: SUTIL, PERO INSOLIDARIA



GRAN BRETAÑA: SUTIL,  PERO INSOLIDARIA
Harían bien Rajoy y otros políticos en mirar hacia La Pérfida Albión a la hora de tomar decisiones críticas.. Permitir la celebración del referéndum en Escocia  le ha reportado un gran prestigio y muestra su tradición demócrata. Ahora les  conceden lo que siempre les negaron, pero ya será tarde y los escoceses se marcharán. No obstante, la convocatoria del referéndum para decidir la presencia en Europa es una evidencia de su egoísmo e insolidaridad con la UE. Están en su derecho, pero se han convertido en un grano molesto para los restantes estados que quieren avanzar en la construcción social y política del continente. Viene inevitablemente a la memoria el rechazo de De Gaulle oponiéndose al coqueteo al que sometió al resto de  fundadores que quisieron dar el paso para evitar más guerras y crear un proyecto de integración política en el futuro. Porque las razones de su posible salida de la UE están trufadas de limitaciones para los que deseen ingresar en sus fronteras: emigrantes de países pobres  que no pueden darles cobijo e infinidad de normas restrictivas que pongan en peligro su bienestar . Que no hay que olvidar que tiene su origen en su época imperial  apropiándose de sus riquezas, gracias a las cuales su standard de vida era envidiable. Sin embargo, eludieron sus responsabilidades como metrópolis cuando los costes superaron los beneficios. Por lo demás, puede que supervaloren la relación privilegiada tradicional  con EEUU, puesto que éstos le han asignado el papel de Caballo de Troya para manipular desde dentro la UE. No obstante, su olfato e instinto le ha hecho mirar a China para participar en el Banco Asiatico de Inversión e Infraestructuras (AIIB), a pesar del rechazo del Primo de Zumosol. Siempre han sabido realizar equilibrios para jugar a ganar y  no perder. También han sido agudos al mirar con prospectiva a la hora de  utilizar medios para que la crisis les afecte lo menos posible. Lo han logrado, pero siempre a base de tomar sus propias decisiones e ignorar muchas  procedentes de Bruselas. Su espíritu crítico y reservarse la decisión final han sido la clave. Al contrario que la actitud de España,   condicionada a las decisiones del BEC e imposiciones intolerables de Alemania.

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