UN BINGO ILEGAL
No siempre son criticables las medidas que adopta el
gobierno para luchar contra la crisis y para que todos los ciudadanos
contribuyan con sus impuestos a soportar
con equidad la carga fiscal de los servicios público. El gobierno se ha tomado
en serio por fin la lucha contra los defraudadores fiscales y la represión de
la economía sumergida. En un pueblo de Murcia se ha abierto inspección a un
bingo clandestino organizado en los
locales del hogar de jubilados no legalizado. Según se ha sabido, lo habían montado
entre las personas mayores sin pagar los
impuestos correspondientes. Parece ser
que la línea se premia con 2 € y el bingo con 2,5 €. Y todo ello sin tener el
permiso de apertura exigido ni la retención del impuesto correspondiente a los
premios, como se denuncia en el expediente sancionador. Como es habitual los participantes habituales en el juego se han apresurado a poner
disculpas, como que se trata de pasar el tiempo o que al cabo del día se juegan
ocho o diez apuestas cuyos premios en conjunto podría elevarse a unos 30 €. La UDEF lo ha calificado de delito
fiscal, por lo que se les investigará
con rigor para ejemplarizar. Montoro se ha mostrado tajante: el tiempo de la impunidad fiscal se perseguirá.
Ha recordado el rigor de la intervención
de Rato cuando en las Cortes declaró tajante que “en España el tiempo de dinero
B y la corrupción se ha acabado, pues lo que unos defraudadores eluden-
afirmaba_ debemos soportarlo los ciudadanos honestos que cumplimos con nuestras
obligaciones fiscales” Y su actitud de
no tolerancia es recibida con satisfacción por la población. No cabe duda que la regeneración de la
gestión pública en general y de la administración de los fondos público que ha materializado Montoro ha supuesto un cambio
que va a lograr reducir las desigualdades. “Quien la hace la paga”, tal como exigió
el ejemplar Francisco Granados. Aunque sin perder el sesgo humanitario de Rajoy enviando un whatsapp
a Bárcenas con el estimulante “sé fuerte, Luis, ten paciencia”. Sin olvidar la
clarividencia de Cospedal defendiendo al
PP con su elocuente “la indemnización por despido en diferido”. Los abusos de
los ancianos que se divierten en el bingo sin legalizar deben ser perseguidos con
rigor. Así se está regenerando la conciencia fiscal de los españoles.
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