ELECCIONES 2015: CUESTION DE ESTADO.
En función de las expectativas, los resultados de las
elecciones se consideran cuestión de estado por los poderes fácticos. El debate
a cuatro fue un simulacro, pues es sintomático que el presidente no participara
porque se consideró sin utilidad su desgaste. El que tuvo incidencia y así se
provocó, fue el cara a cara entre el PP y el PSOE, es decir, los del
bipartidismo. Porque los que realmente mandan quieren contar con la complicidad
de los que han liderado el país desde la Transición, puesto que ellos han sido
los protagonistas de todos los marrones de
los que han sido beneficiarios los poderes reales, por tanto, entre ambos quieren entenderse para que no salga a la luz
pública la corrupción de los partidos y los inductores que les han dado
cobertura. El bipartidismo metió España a la OTAN, organizaron el GAL, invadieron Irak, echaron
un velo sobre el 23 F,
modificaron e Art. 135 con nocturnidad y alevosía. Han potenciado la cultura de
las puertas giratorias, protegido el
rescate a la banca y a los monopolios; vendiendo las empresas públicas a
precios de escándalo a los inversores, han legitimado las prácticas mafiosas de los
herederos del franquismo. El bipartidismo mantienen las estructuras autoritarias de la
justicia, de la policía, guardia civil... No se han atrevido a hincar el diente a
Pujol porque tiene mucha basura
escondida y podía poner el ventilador. Son los potenciadotes del crecimiento exponencial
del independentismo catalán por negarse a dialogar rechazando en el Congreso el estatuto aprobado
mayoritariamente por la ciudadanía. Ahora, los que se han beneficiado de los fondos
públicos exigen a los políticos
cómplices que solucionen la hecatombe que se les avecina, porque existe
el riesgo de que si ganase Podemos, se
les ocurra investigar y hacen pasar por los juzgados a los del bipartidismo
y a los que han hecho del país su huerto particular. Por eso están potenciando
tímidamente a Ciutadans como mal menor para que, si pierden los del bipartidismo,
no gane Podemos, para que no se decanten
por la aventura peligrosa de Tzipras en
Grecia. Por si la presión popular les exige aclarar “ misterios ocultos”, con los riesgos que ello supondría
de pérdida de la hegemonía acumulada por
los que han heredado los resortes del poder
plegándose al neofranquismo y tengan que comparecer ante los jueces . De
ahí la caída de la bolsa y, significativamente, la inusitada atención y
protección de la UE y los líderes de los
países europeos al ya incómodo Rajoy..
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