SEPARATISMOS: AVISO A NAVEGANTES.
Un general en activo ha hecho declaraciones ambiguas sobre
la crisis que ha producido la consulta catalana, en el sentido de que las
Fuerzas Armadas están para mantener la unidad de la patria. Ante la protesta de
algún diputado acusándole de intromisión en asuntos que le son ajenos a los
militares, el general ha matizado sus palabras tímidamente. Parece que esa
intervención pretendidamente inocente era una de las medidas que tenía Rajoy en cartera para provocar
una sensación de peligro, para aviso a los ingenuos y para tranquilizar al
montaraz nacionalismo español que tan
activo se está mostrando últimamente. No se trata de una anécdota, por más que
en algunos círculos interesados se siga pensando que los militares han perdido
protagonismo y que es la institución más valorada de España. La realidad es que
la vocación intervencionista del ejército en la vida social no ha cesado ni en
la Transición, ni a lo largo de la débil
democracia que se ha instaurado. La Armada ha actuado con violencia, hiriendo
gravemente a una pacifista al colisionar contra unas lanchas del buque pacifista de
Greenpeace que protestaban oponiéndose pacíficamente a las prospecciones
petrolíferas en Canarias que pueden destruir irreversiblemente la fuente de
riqueza del archipiélago, que es el turismo. Una serie de episodios extraños
están poniendo de actualidad la discreta presencia de los ejércitos: se ha
detenido a un oficial autor de un libro crítico sobre la corrupción en las
finanzas de los militares. En una emisora se ha puesto en antena una
conversación de un alto militar con el oficial detenido, al que se le quiere
convencer con paternalismo, promesas y
amenazas `para que cese en sus críticas a las fuerzas armadas. Varias
mujeres militares han pedido la baja por haber denunciado violencia sexual y a
otras se les ha hecho la vida imposible, en algún caso con despidos. habiendo hecho algunas de
ellas declaraciones denunciándolo. Si a todo esto se añade que se
están dedicando crecientes volúmenes de fondos a fines militares, cuando la
población padece una aguda de crisis
económica que está generando tragedias sociales, no es extraño que ante
posibles riesgos de explosión social se estén potenciando instrumentos de
control y de orden público. De ahí estas intervenciones, unas verbales y otras
simbólicas de los militares. Sería de desear que la pertenencia de España a la
UE sirviera de elemento disuasorio para que se mantengan en sus cuarteles y
olviden su tradición intervencionista en la vida civil. Y que no traten de salvar a la ciudadanía..
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