martes, 4 de noviembre de 2014

REFLEXIONES SOBRE EL ABORTO



REFLEXIONES SOBRE EL ABORTO.
Señala Hans Küng que “El pensar en el aborto como un método de control de la natalidad, evidentemente no es respetar la vida humana. Esto es un extremo, pero el otro es que no se permita nada…”. Continúa Küng: “La tradición católica ha señalado  que la vida existe desde la fecundación. Pero entre esta doctrina oficial y la de Santo Tomás de Aquino  hay una gran diferencia, pues éste considera que la animación humana es un proceso y no hay persona al inicio, porque la persona presupone un intelecto, todo eso que distingue al hombre del animal. Un óvulo fertilizado, evidentemente, dice Hans Küng, es ya vida humano, pero no una persona, pues no es capaz de utilizar su capacidad mental, que sí tendrá con el paso del tiempo. Entonces se reduce considerablemente el problema. En Alemania, donde la legislación permite el aborto en los tres primeros meses, se entiende que durante la evolución del feto, cada mes se hace más grave el problema, pues ya al tercer mes se considera que la mente está desarrollada y es capaz de usarla, aunque de forma muy rudimentaria. No es de recibo argumentar que a pesar de todo el feto inicialmente es vida, lo es, pero no persona, que es por lo que los expertos la protegen de acuerdo con sus conocimientos y avances en la biología.
En cambio el contenido de expresiones como “Nosotras parimos, nosotras decidimos” resultan rechazables éticamente a la hora de tomar la decisión de abortar, puesto que el hijo concebido está en el seno materno, pero no es de su propiedad. Como mínimo sería de ambos actores, aunque si se les exigirá atención a lo largo de su vida, pero el hijo es y será un ser libre y por tanto argumentar que   se puede abortar sólo por haberlo concebido nos retrotrae a tiempos felizmente superados. Pero es que, además, esa futura madre vive y se desarrolla en una sociedad que la protege y a la que contribuye como miembro de la misma. Va a ser atendida por un sistema sanitario general, recibirá ventajas por aportar hijos que serán educados en el sistema de enseñanza, se le capacitará para contribuir al progreso de la sociedad que a su vez le asegurará los beneficios derivados de vivir en colectividad. Por tanto, atribuirse la madre la capacidad para eliminar lo que va a nacer es excederse en sus atribuciones biológicas. La comunidad tiene sus derechos y obligaciones para con el futuro ciudadano, por tanto deberá proteger a quien ya es miembro de ella desde que es concebido. Esa visión individualista  de la propiedad de un proyecto de ser humano por parte de la futura madre es retrógrada, a pesar de que argumente que es progresista. Cuántas aberraciones se cometen en nombre de lo que es simplemente comodidad y falta de responsabilidad en actos de tanta trascendencia, pero que se frivoliza en nombre de la modernidad.
Es preciso tener rigor y estar atentos a los signos  del progreso de la biología y del tecnológico para poder evitar tener que soportar una vez más el bochorno histórico, como condenar a Galileo por afirmar que la tierra es el centro del universo y que es el sol el que gira alrededor de este maravilloso y lleno de vida planeta que es el Ama Lur.

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