LOS PRECIOS DE LA GASOLINA. LA HISTÉRESIS
Según informan medios expertos, el precio del crudo de
petróleo brend de referencia, desde abril hasta noviembre ha descendido desde los 115 $ el barril, hasta
los 78 $. , lo que supone un 40%. Ante
este derrumbe de precios ya se avisa a
la opinión pública que esa realidad no se verá reflejada a la hora de
aprovisionarse en los surtidores. La
patronal de las petroleras, que tantas argucias emplean para “apropiarse del
excedente del consumidor”, eufemismo de la jerga de los economistas para
expresar que se aprovechan del
consumidor mediante acuerdos secretos de precios, subidas en días que no hay
inspección o jugar con el cambio de divisas para elevar y no rebajar los precios, en una nota de prensa hacen un
alarde de sinceridad y analizan la
composición de los precios, para concluir que esa rebaja del 40% del crudo no
tendrá ninguna repercusión a la baja en el precio al consumidor.
Nos quedamos con que, del precio final, la materia prima, el
crudo, representa un 40% y que el resto son costes añadidos: transporte, ,
refinado, comisiones a distribuidores, etc. Con el fin de ser didácticos, la
patronal pone un ejemplo con un precio supuesto de 1,28 €/litro y con ello
manipula para llegar a la conclusión que buscaba de antemano: que no se
rebajarán los precios al consumidor y que en todo caso ya hacen un alarde de
generosidad y aclaran que el precio entre las citadas fechas ha descendido de 1,34 €/litro, a 1,28
€/litro. O sea, 0,06 €, un 4,80%.. Sin
embargo un cálculo elemental hace que
por la boca muera el pez, pues en su ejemplo sería 0,512 € el costo del crudo.
Si se produce una baja del 40% en el crudo, serían 0,2048 € lo que debería
descender y no los 0.06 € que afirman que han experimentado. Por tanto se apropian
del “excedente del consumidor” por la diferencia, lo que o sea 0,1648 € por
litro y el precio debería ser 1,09 € /litro. No 1,28€.
Además, y siguiendo con la terminología aséptica de los
economistas, se produce el fenómeno que denominan “histéresis de los costes”,
en base al cual las subidas de los componentes de los costes se repercuten
instantáneamente al alza, pero los descensos, a causa de la “histéresis” tardan
mucho en trasladarse y además no lo hacen en la misma proporción que si fueran
subidas. O sea, eufemismos de mal pagador que ponen excusas para practicar al bonito deporte de jugar “a ganar y a no perder”. Claro, todo a causa
de la bendita “histéresis”
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