CODIGO PARA ”ROBAGALLINAS”
Confesaba el Presidente del Supremo que el Código Penal
estaba redactado para enjuiciar a los “robagallinas”. Esa era la impresión de
la ciudadanía en general, pero que lo afirme el máximo responsable de la
justicia llama a la reflexión: Hacía referencia a las dificultades que existen para enjuiciar la “alta delincuencia”: políticos corruptos,
defraudadores fiscales, gestores de
bancos e instituciones de crédito y
multinacionales. O sea que no existen instrumentos eficaces para enjuiciar y sancionar en su
caso a los que a los que dirigentes de la política y la economía que incumplen
sus funciones. Aunque en realidad hay que reconocer que el problema no es sólo
la carencia de una legislación adecuada y eficaz. Es el estamento judicial es
que colabora con la forma de investigar y hacer las instrucciones; con las sentencias que redactan con
parsimonia irritante y con exceso de garantías procesales que ya quisieran los
“robagallinas” para sus causas. Pero, quien son los “robagallinas”? Además de
la pequeña delincuencia, están los desahuciados
que pierden sus viviendas por no pagar las hipotecas, pero les quda el
préstamo de por vida. Son los que protestan ante el Congreso pidiendo que no se
privatice la sanidad o la educación y les reciben con amabilidad selectos y
educados agentes de policía y guardias civiles a porrazos. Son jóvenes encausados por pertenecer a a grupos que
defienden los derechos humanos. Son mujeres que abortan fuera de los plazos que
establecen los legisladores, ignorando
que son ellas las directamente afectadas. Son los inmigrantes que saltan la
valla de Ceuta y Melilla por el delito de querer acceder a tener una vida digna
y sufren las heridas que les causan las “concertinas” y son devueltos a
Marruecos “en caliente”. Son los parados que no declaran las “chapuzas” que les
permiten supervivir y no morirse. Es el que pide una factura sin IVA para hacer
una obra de su chabola a punto de derrumbarse. Es el guardagujas del paso a
nivel en los accidentes en los que los máximos responsables se libran de
responsabilidades por medio de subterfugios legales que aplican sesudos y bien
remunerados letrados o con un oportuno indulto. Para nuestra “selecta
delincuencia” hay unos jueces serviles que son exquisitos con los procedimientos,
junto a fiscales ingeniosos que en lugar de acusar de acuerdo con su misión,
defiende la inocencia de la monarquía o aplican con descaro la ·”doctrina Botín” o
califican de errores la actuación de políticos que han causado con ellos y con su ignorancia la ruina del país y no responden
como delitos como deberían. Dice José Martí “Robar a un rico no
es robar, es un acto de justicia”
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