miércoles, 14 de enero de 2015

COGÉRSELA CON PAPEL DE FUMAR



COGÉRSELA CON PAPEL DE FUMAR
Cuando Podemos anunció que si llegaba a gobernar  auditoria  la deuda externa, muchos políticos  que vieron que se descubrirían muchos chanchullos  al analizar su origen y si había partidas que procedían de la corrupción. Ridiculizaron el plan  asegurando que los acreedores nos paralizaría la financiación externa y entraríamos en DEFAULT, que es el término técnico para denominar la insolvencia. Convendría aclarar que el plan de Podemos no pasa por impagarla, pero no parece tan descabellado analizarlas con detalle y si se descubre malversación o partidas ilegítimas, no ajustadas a la ley y quien las ha originado. Por otro lado, esos políticos tan exquisitos a la hora de exigir atender los pagos de la deuda deberían saber que el DEFAULT no es algo tan excepcional: países como Francia, Alemania, Portugal, Argentina entre los más solventes actualmente han reestructurado sus deudas repetidas veces al considerarlas impagables. Para ello se acordaron quitas con los acreedores, algunas de hasta el 70%.
Las negociaciones para la reestructuración de la deuda son un proceso entre  partes y es lógico que se alcancen acuerdos que permitan al  deudor  plazos más dilatados de vencimiento. Todo ello deberá ir acompañado de medidas internas que aseguren que las propuestas puedan cumplirse, con las garantías suficientes para los acreedores, pero que no  colapsen la   economía del deudor, pues en tal caso se produciría la pérdida total para los acreedores. Llegar a convenios exigiría pragmatismo para plantear las condiciones que se lograrán si los negociadores son hábiles, flexibles y no dogmáticos. Conviene recordar que las leoninas exigencias de reparaciones de  guerra  que se impusieron a Alemania  en el Tratado de Versalles hirieron el orgullo del pueblo alemán y fueron el origen del nazismo que encumbró a Hitler y provocó la Segunda Guerra Mundial. Es  evidente que la deuda externa  española actual es impagable y si sigue creciendo al ritmo de los diez últimos años se convertirá en la soga que nos ahorcará. Por ello, conviene evitar el orgullo nacional  y reflexionar con inteligencia y realismo, Quizá al pertenecer a la UE se nos facilitarían las condiciones.



No hay comentarios: