AL PP SE LE ACUMULAN
LOS PROBLEMAS.
El espectáculo es grotesco: el PP: presiona a los tribunales
para sacar a Bárcenas de la cárcel y no “tire de la manta”. Quita a Gallardón
de Justicia y lo sustituye por el dócil Catalá. Elimina de Gürtel al juez Ruz y
espera acontecimientos. Encarcela a Arróspide para detener la hemorragia de la
extrema derecha que se ha desbocado porque el gobierno no ha tenido otro
remedio que aplicar la sentencia del TEDH sobre la ·Doctrina Parot”. Presiona al
Supremo consiguiendo que rechace nuevas excarcelaciones, aunque es una victoria
pírrica, pues sabe que de nuevo tendrá
que aplicar la sentencia de Estrasburgo y evidenciará que la justicia española funciona
con hilo directo con el ejecutivo, lo que hará “crecer” su prestigio. Producen
vergüenza ajena sus disculpas de mal
pagador en su defensa ante avalancha de pruebas indudables que aparecen en la
acusación del caso “Gürtel” contra del PP. Da la impresión de que el PP se
fundó para enriquecer a sus dirigentes. Los argumentos de Rajoy, Cospedal, Floriano
y demás barones carecen de valor y cada vez que intervienen en público suponen
nuevos votos para Podemos.. Es lamentable el espectáculo que protagonizan sus líderes,
lo que sería el problema de un partido que hace todo mal, sin embargo lo grave
es que propaga la imagen de España en el exterior convirtiéndose en la noticia
de primera página en la prensa para
destapar la interminable secuencia de casos de corrupción o para propagar datos
significativos, como que es el país con mayor nivel de desigualdad, con
continuos nuevos episodios de denuncias de políticos venales, que son
publicados en clave de sátira para divertir a los lectores. Es cierto que el PP
está siendo presionado por Podemos, que aparece claro vencedor en las próximas elecciones, pero es que contribuye
a ese sainete la ingenuidad del PSOE
que, a la vista de sus sombrías expectativas, quiere resucitar el bipartidismo aliándose servilmente
con su oponente en asuntos cruciales, lo que van a llevarle a ser un partido marginal
y que cada vez se le complica más su
futuro. Es que “las cosas, cuando parecen algo, terminan por ser algo”.
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