DEFICIT DE CONCIENCIA SICIAL EN ESPAÑA
En una entrevista radiofónica a un conocido sociólogo alemán relacionada con
la crisis económica y en referencia a las reacciones de los diferentes estados europeos, expresó
su preocupación por las poblaciones
griegas, portuguesas italianas y españolas. Elogió la conciencia de los griegos..
A pesar de que están viendo que no tienen futuro han reaccionado con gran vigor, pero con mesura, a la vista de la contundente
represión de la desbocada tropa policial y al desprecio de la UE, especialmente
por parte de Alemania. Pero lo que más
le sorprendió fue la actitud sumisa del
pueblo español y sus autoridades. Resaltó la sensación de desmoralización de la
población y la falta de coraje ante la realidad tan sangrante que soportan:
seis millones de parados, la cuarta parte de la población se ha precipitado en
la pobreza y un 10% de ella severa. Que se rebajen los salarios hasta el 40% y
que los sindicatos no llamen a la rebelión, sino que negocian continuamente a
la baja con una patronal soberbia y enloquecida, apoyada sin fisuras por el
Gobierno. Señalaba que lo preocupante era que no se produjeran a penas
movimientos de protesta, puesto que se daban las condiciones objetivas para una
revuelta popular que obligue al las autoridades a implantar mediadas de
excepción. Afirmaba que los españoles
han perdido conciencia de sus derechos porque no en vano vivieron casi cuarenta
años bajo una dictadura y han creado una conciencia individualista y servil,
fomentando y estimulando valores como un
patriotismo excluyente y casposo, una
obsesión por hacerse funcionarios, jugar
a la lotería y a apuestas de azar que le permita hacerse rico para no tener que
trabajar.. Que no existe una mentalidad de inversores y creadores de riqueza en
las clases privilegiadas, despreciando el riesgo empresarial como un mal
intrínseco. Que los valores que imperan son los que despersonalizan y crean un
estilo de masa amorfa que se retroalimenta de futbol, televisión, que confunden
la justicia con la caridad y que la obsesión de los jóvenes es tener una
carrera porque la dan el valor de un
seguro de vida. Que es incomprensible que se perdone a los políticos corruptos
volviéndoles a votar a pesar de haber sido condenados, aunque nunca llegan a
ingresar en la prisión porque el Gobierno en último término les indultará.. Que
no haya reacciones violentas al conocer que las ayudas a la banca, causante de
la crisis son siderales, aunque el gobierno las oculta con un metalenguaje críptico.
Que la enseñanza sea haya deteriorado tanto y se haya convertido en un
privilegio exclusivo para los ricos. Que los impuestos suben sin cesar, sin que
se apliquen a solucionar los problemas sociale más urgentess. Que los poderes
públicos mientan con tanto descaro a esa población aborregada y sin capacidad
para reaccionar con coraje, con argumentos entre cínicos y paternalistas que se
desmiente de inmediato con la realidad más cruda. Ya lo decía el clásico: “No nos falta valor
para emprender ciertas cosas porque son difíciles, sino que son difíciles
porque nos falta valor para emprenderlas”.
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