SON LOS RICOS MÁS
INTELIGENTES Y FELICES?.
En una carta al director de un periódico de un español residente en USA desde hace
muchos años, hace un encendido elogio
del sistema social americano, especialmente en el área sanitaria. Hace referencia
a su experiencia en una ciudad en la que, según manifiesta, están empadronados
personajes nacionales, artistas de cine, banqueros y famosos procedentes del
mundo entero. Que sus viviendas no valen menos de 10 millones de US$ y que
pagan elevados impuestos. Ello permite
un nivel de vida general alto y
especialmente en el sanitario, que valora como el mejor del mundo, poniendo
como ejemplo que una nieta suya, con una grave enfermedad fue atendido por un
equipo médico que se desplazó desde otros hospitales. Que llevaron a la niña en
un avión medicalizado hasta Huston para ser allí operada reiteradas veces con
éxito. Que en lo referente a transportes, los autobuses son gratuitos y,
queriendo mostrar el nivel de civismo y democrático de la población, relata que
una señora deseaba ir al hospital. Al subir al bus urbano, el chofer le
dijo que ese autobús no pasaba por el hospital, pero que encendió el micro y
preguntó a los viajeros si estaban de acuerdo con modificar el trayecto para
atender a una persona que necesitaba ir al hospital. Dice que el acuerdo fue
general y con toda la alegría desviaron la ruta.
Esta gente ampulosa vive feliz en la ignorancia y cree que
su alto standard de vida es lógico y está generalizado, que todos tienen
derecho a vivir con dignidad, que para eso se pagan los impuestos. O sea que,
por lo visto no conocen que en USA hay 50 millones de personas que no tienen
seguro, que mueren por no poder acudir a un centro de salud por no estar
asegurados. Que una tercera parte de la población es pobre y una quinta sufre
pobreza severa. Que ese alto nivel de vida se consigue con dinero y que quienes
carecen de él se tienen que resignar y ver que sus compatriotas ricos son
inteligentes, bondadosos, democráticos y, por añadidura, felices, mientras que los pobres lo son porque
no quieren trabajar y prefieren vivir en la miseria cobrando un jugoso subsidio
y porque además no tienen luces. Habría
que recordarle que con ocasión del tornado del Katrina, en New Orleans los
ricos huyeron rápidamente del peligro y se refugiaron en sus cabañas de verano,
mientras los pobres, en general negros, eran amontonados en campamentos
insalubres, perdieron sus escasas propiedades y hoy en día una gran parte
siguen en aquellas penosas condiciones, sin que nadie mueva un dedo por sus
compatriotas porque son marginales y no representan un censo especial a la hora
de votar.
Para eso tenemos aquí un escenario que merece la pena
describirlo: con más de 6 millones de parados, Rajoy les recomienda un poco de
paciencia, que pronto tendrán trabajo, y se lo sugiere a familias con ingresos
nulos, aunque voces críticas señalan que la mitad de los parados tienen
chapuzas que cobran además del desempleo y que hay mucha picaresca en nuestros
parados. Los poderosos de todo el mundo esperan subir cielo al morir porque
ignoraban que había dos tercios de seres humanos que malviven para que el otro
tercio pueda ejercer sus derechos legítimos a disfrutar de sus riquezas. Por
eso es oportuna la pregunta de si los ricos además son más inteligentes y felices.
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