domingo, 5 de mayo de 2013

HABAS CONTADAS



HABAS CONTADAS.
En una conferencia en una institución financiera de máximo prestigio el ponente expuso las causas que a su juicio son el origen de esta crisis financiera. Hizo una exposición minuciosa de la historia del comportamiento de los agentes económicos mundiales que según su criterio son los creadores del desajuste mundial de las finanzas. Al final se abrió un turno de intervenciones al  público. Un joven que parecía aun estar en la facultad pidió el micro y con la osadía propia de quien no tiene que guardar las formas, dice que él sabe la causa de la crisis y que es tan fácil que se siente extrañado de que los gurus mundiales no hayan sido capaces de descubrirlo. Ante el atrevimiento que mostró, el ponente le dijo con una sonrisa de superioridad que por favor se lo explicara a él porque quizá algo tan complejo en realidad sería quizá mucho más simple. Inicia el joven su exposición con la expresión: “pero si son habas contadas” La política estricta de los neoliberales se basa en  adelgazar el Estado. Que para empezar exige rebajar los impuestos para que haya más masa de dinero en manos del público. Sin embargo la presión social y las elecciones obligan a especular por mantener  los servicios sociales; además, que debe implementarse una política expansiva de fomento y obras públicas para favorecer a los empresarios y crear empleo, pero sobre todo  se exige potenciar al máximo los gastos de defensa y de seguridad. O sea que quieren encontrar el elixir para lograr la cuadratura del círculo, pues defienden  reducir la dimensión de la Administración, pero ampliando un tipo de gastos con un carácter generador de actividad. Claro, en esas condiciones, con menores ingresos y mayores gastos hay que obtener el dinero que no se tiene a base de acudir al préstamo bancario o a darle a la maquinilla de imprimir billetes. Como ésta está rigurosamente prohibida por las autoridades europeas, sólo queda la alternativa de ir al crédito bancario con lo que se disparan los pagos de intereses, exige devolver el principal  o refinanciarla indefinidamente y así se crea una dinámica infernal que incide negativamente en el nivel de vida de la población que se derrumba por los recortes en servicios esenciales, la prima de riesgo se dispara a consecuencia del creciente nivel de la deuda pública que esa política financiera genera, lo que aumenta las necesidades de tesorería, por lo que el único medio de subsistir es acudiendo a los mercados exteriores. Aunque esa solución es perversa, pues ello requiere que se  acuda continua y crecientemente a refinanciar los préstamos, creándose un monstruo de política piramidal  que se devora a sí mismo…
Iba a continuar con su intervención el joven, pero el ponente le corta y entre sonrisas cáusticas le responde que le parecen muy interesantes sus puntos de vista y que le gustaría que se las expusiera personalmente en una charla distendida y sin límite de tiempo. En ese momento un espectador de edad avanzada y aspecto poco cuidado pide intervenir, ofreciéndole el ponente el micro. Su intervención comienza con una afirmación sencilla, pero expresiva: dice que está de acuerdo con la del anterior  y que agradecería al ponente que al menos fuera respetuoso con alguien que disiente, pero que tiene todo el derecho del mundo para expresar sus criterios. Además, no le ha permitido terminar su exposición, por lo que solicito que se me autorice a mí. Así se le concede. Señala que la solución pasa por potenciar la demanda interna por medio de una política de rentas que suponga elevar los salarios para activar la demanda y disminuir gastos superfluos como las misiones militares en el exterior, reducción del número de policías, el número de embajadas y consulados, eliminar el Senado, los gastos de la Casa Real y reconducir la locura de las autonomías, no eliminarlas, puesto que aparecen como pequeños estados con muchos elementos que sobran, como los parlamentos, las diputaciones, los defensores del pueblo y una serie de otros gastos que son un despilfarro. Además, no conviene elevar los impuestos para atender los servicios públicos, sólo hay que hacer cumplir la legislación vigente respecto a la evasión fiscal sin que sea necesario elevar los tipos y sobre todo una política de tolerancia cero con los corruptos, de forma que en las cárceles haya menos delincuentes menores y se llenen de corruptos a los que hay que exigir la devolución de lo que hayan obtenido ilícitamente y que su estancia en la cárcel durará el tiempo al que haya sido condenado, pero no podrá salir hasta que no reponga al Estado lo robado. Para reorientar la estrategia no hacen falta muchas reflexiones: sólo se tiene que analizar la nueva política que va a implantar el BCE y el FMI próximamente, demostrando que sus actuaciones hasta el presente han sido una sucesión continua de errores y aberraciones que han llevado a esta situación  que  ha hundido la economía europea y que  ya está tan deteriorada que resulta imposible  rectificar si no es cambiando el sistema económico radicalmente, y además, abriendo severos juicios a las autoridades, tanto de la CE como las de España, que se demuestre que hayan actuado con ignorancia culposa,  que hayan protegido a los causantes de las políticas financiera que han hecho que todo el sistema financiero parezca como un casino de juego. Ah, Le sugiero que lea un manualito con el título  “Hay Alternativas”, de Vicenç Navarro y otros economistas a los que sólo se les puede atribuir un gran sentido común y haber sido capaces de simplificar la farragosa jerga que intencionadamente han creado los economistas para que la ciudadanía no sea capaz de entender las razones por las que se les ha arruinado con esas políticas económicas neoliberales que están diseñadas por ilustres equipos de especuladores que han creado unos instrumentos sofisticados para enriquecerse sin riesgo, y que si les salen mal sus estafas, exigen categóricamente  a los gobiernos  que les saquen del apuro si no quieren que se cree un conflicto con consecuencias imprevisibles,
El ponente preguntó al presidente de la entidad que estaba junto a él  a ver quien era “ese músico”, respondiéndole que lo ignoraba. Cuando se ordenó a los de seguridad que expulsaran a aquel anciano provocador, como le llamó el ponente, alguien gritó: Pero es que no saben quién este señor tan crítico? Pues es nada menos que el catedrático emérito José Luis Sampedro, insensatos.

1 comentario:

Richi dijo...
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