Soluciones urgentes para la crisis.
“No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y
bajo el calor de la justicia” Montesquieu
Para solucionar la crisis lo
urgente es ser conscientes y
actuar en consecuencia. Que la ciudadanía sepa que la crisis es general y afecta
a todos. Señalan los expertos que la crisis ha disminuido un promedio del 25% la riqueza de los ciudadanos. Promedio, es evidente, significa
que a algunos esa disminución sea del
100% y para otros un incremento en su riqueza.
Primera premisa ineludible. Segunda: No promulgarse nueva legislación, es
suficiente la que está en vigor. Simplemente tiene que hacerse cumplir porque
para eso se legisla, si no, deberán derogarse.. Potenciar la demanda interior a
base de elevar sueldos y salarios, reducir los impuestos indirectos sobre la
generalidad de los productos, pero elevando los que gravan los de lujo. Se
deberán subir los tramos altos de los directos y reducir los inferiores e
intermedios. El impuesto de sociedades no deberá tener objetivos
recaudatorios, pues dificulta la competitividad de las empresas que son las que crean empleo.
Los beneficios que obtengan mientras dure la crisis estarán no exentos de
tributar por sociedades, pero la cuota resultante no se ingresará sino que será
reinvertida en su totalidad en nuevos equipos y para
contratar personal. Por tanto, no se permitirá reparto alguno de dividendos
durante el tiempo de vigencia de esas medidas excepcionales. Los sueldos altos
deberán reducirse temporalmente en un 25% de promedio. Si falta liquidez o las
condiciones de los mercados son excesivas, habrá que darle a la maquinilla,
pues la inflación está controlada, dado que las empresas desaparecen por falta
de crédito. A los funcionarios exigirles mayor eficacia, reducirles los sueldos
y eliminar los privilegios de estabilidad en el empleo, como sucede a los
trabajadores restantes. Y, puesto que ellos se consideran servidores públicos, que
lo demuestren anteponiendo el bien común al de cada uno individualmente. Hay
que asumir que la calidad de la enseñanza y la de la sanidad se deteriorán. Es
una consecuencia lógica derivada de la crisis cuyos efectos deberán ser
repartidos equitativamente, lo que no significa que no deba tenerse en cuenta
el principio económico-social de igualdad diferencial.. Habría que quitar la
careta a colectivos que se consideran a sí mismos selectos, que al ver acosados
sus privilegios se defienden apelando al bien común, cuando ellos han guardado
silencio absoluto si no les afectaban argumentando sus derechos inalienables al haber obtenido sus puestos en duras
oposiciones. Para duras, las condiciones laborales generales que soportan los más de seis millones de parados
y los casi veinte millones de ciudadanos que se encuentran inmersos en la
pobreza. Hay que implantar una tasa a toda transacción financiera que no
suponga creación de riqueza para la
colectividad. Para ello se implantaría una guía que muestre el origen de toda transacción, tanto nacional
como planetaria, de forma que la falta de tal exigencia impedirá formalizar la
transacción y la consecuente actuación de oficio de la inspección del organismo
oficial de control. Se reduciría al 50% el número de policías, ertzaintza y
demás cuerpos armados. Se sustituirían por un único cuerpo civil, cuyos
miembros actuarían sin armamento, que deberán ser polivalente en todas la áreas,
de manera que actuarían en caso de incendios, con eficacia y capacidad de
diálogo y convicción a la hora de controlar aglomeraciones, actuando con psicología puesto que deberá ser
esa su más eficaz arma. Deberán poseer
amplios conocimientos de medicina como para poder solucionar problemas de salud
que se presenten súbitamente. Se trataría de un cuerpo con una alta formación
intelectual y moral, cuyos miembros estuvieran acreditados ante la comunidad por
los frutos de sus actuaciones..
El número de jueces se deberá reducir paulatinamente hasta
el 50% y ser sustituidos por jurados de
ciudadanos que humanicen la justicia, Dichos jurados serán auxiliados por jueces
para su asesoramiento.. La corrupción deberá corregirse con la sola aplicación
de la legislación vigente y deberán tener sentencia en el plazo máximo de seis
meses, aunque adolezcan de no ser tan garantistas como se presume hasta ahora,
pues así se eliminarían las astucias procesales que permiten eternizar las
sentencias con la connivencia de los jueces. El objetivo sería invertir la
composición de la población reclusa en el sentido de que la proporción de los
corruptos y defraudadores llegara a ser la de los culpables de delitos comunes
en la actualidad. Por otra parte .los condenados por corrupción o por delito
fiscal, una vez cumplidas las sentencias
permanecerán encarcelados hasta que hayan reintegrado las cantidades
sustraídas o defraudadas. Otras medidas se deberían implantar relacionadas con
las estructuras y con organismos innecesarios o duplicados, pero no tendrían el
carácter de emergencia para emprenderse
en esta fase.
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