Entrevista al juez Javier Gómez
Bermúdez.
En una entrevista a este juez de la Audiencia Nacional uno se queda sorprendido ante su personalidad tan
extraña y atormentada. Se mostró desconfiado, con una mirada inquisitiva, pretendiendo ser ingenioso en sus
respuestas, muchas de ellas despectivas, dejándolas sin terminar con intención
de provocar .sensación. Sus respuestas estaban expuestas con segundas
intenciones afirmando que los jueces son también personas, por lo que también
pueden equivocarse, pero al preguntarle el periodista que señalara algún caso,
se escudó en que es juez las 24 horas del día, no como el periodista, que
cuando no está en el periódico es un ciudadano corriente .Que quería preservar
su imparcialidad, como tratando de colocarse sobre el cielo y la tierra. Realmente
las imágenes y primeros planos que le tomaron expresan la personalidad de un ser
acomplejado, a la defensiva, que cree que los jueces son seres superiores que
los ciudadanos deberían mostrarles pleitesía Respecto de la controversia sobre
a quien le correspondía juzgar un caso de corrupción de gran impacto mediático
que percibió que le fue arrebatado por otro juez, se defiende
afirmando que el conflicto era un lance judicial normal y que al ser
definitivamente asignado a otro juez, que era causa juzgada y nada más. Aunque
posteriormente manifestó argumentos por los que cría que la causa le
correspondía a él Se quería presentar como un ser sensible y cuidadoso con las
formas en la celebración de sus vistas por humanidad y porque, según él, los que
se juzgan tienen su corazón y es suficientemente
doloroso con sufrir la tensión del juicio y después con la
sentencia. Pero el periodista le presenta las imágenes de una secuencia de un
juicio que presidió contra un marroquí: debido a sus dificultades al expresarse
en español dijo una frase con un tono marcadamente popular; entonces el juez
con un tono crispado, de rigor extremo y sin entender sus dificultades con el idioma, le
dijo con desprecio que se guardara esas expresiones, que le próxima vez
suspendía el juicio y le mandaba al calabozo. Así de humano y cuidadoso muestra
su talante compasivo. Le preguntó el comentarista que, como diseñador de la Doctrina Parot, si la
consideraba aun ajustada a derecho, puesto que múltiples juristas han declarado que se trata de una expresión
del derecho del enemigo sin base jurídica alguna. Lo sorprendente fue su
soberbia y su empeño en mantenella y no enmendalla su criterio al respecto,
totalmente ajeno a los fundamentos del derecho. Además, parece ignorar que en
el Tribunal de Estrasburgo han fallado recientemente en contra de la aplicación
de dicha Doctrina Parot. que el Gobierno español ha presentado un recurso
contra esa sentencia que con toda
probabilidad será declarada ilegal por dicho tribunal, lo que va a suponer el
ridículo para Gobierno y una grave humillación al juez Gomez Bermúdez que ha
creído que en los tribunales europeos los criterios políticos de los jueces
españoles van a ser aceptados en Estrasburgo... Este juez contribuye con sus
criterios y formas de expresarse a que la ciudadanía tenga de la judicatura una
opinión como uno de los problemas principales que tiene España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario