sábado, 18 de mayo de 2013

ELOGIO DE LA SINCERIDAD DE GARCIA MARGALLO.



Elogio de la sinceridad de García Margallo, Ministro de Exteriores.

En unas declaraciones en la televisión el Ministro de Asuntos Exteriores dijo con aspecto sombrío, que el Gobierno no sabe qué hacer para dar solución a la crisis económica, que sus intentos de solución pasan por la técnica de error-error-acierto para ver si en alguna tienen éxito. Al menos se agradece su humillante sinceridad, pero uno se pregunta horrorizado en qué manos estamos. Como afirmó Ignacio Ramonet en una conferencia, sólo hay tres formas posibles para salir de la crisis: una es la lógica, por lo que no será la implantada y otras dos producto de mentes como las de los políticos que nos lideran. Lo razonable sería tratar de profundizar en las medidas para fortalecer la Unión Europea haciendo los cambios adecuados para que las políticas económicas y sociales revitalicen la idea de los fundadores del proyecto ilusionante de una Europa unida para la consecución de la paz. Pero no será esta la que se imponga porque el Sistema  perdería protagonismo en beneficio de otro con contenido social. Otra que puede que se les ocurra a los políticos españoles sería salirse del Euro a pesar de las tremendas consecuencias que de ello se derivarían. Que se lo pregunten a los seis millones de parados y a los que están sumergidos en la pobreza sin expectativas. La tercera sería la que se plantea habitualmente el sistema capitalista cuando la crisis es incontrolable: se llama a los militares, quienes aplicarán aquellas tan simplistas de organizar un conflicto armado a escala mundial y así solucionarán con sus criterios de fuerza y rigidez los problemas tan complejos que crean los civiles. La gente de armas simplifica todo con ellas y se ríe de las complicaciones que se crean los civiles. Tenemos muchas experiencias de estas delirantes actuaciones. Como es lógico fracasarán al dar un tratamiento elemental a problemas complejos, devolverán de nuevo los poderes a los civiles después de los destrozos y de culpar a la izquierda y a los intelectuales pusilánimes del desastre. Aunque conviene no olvidar que los periodos de auge económico son consecuencia de las fases de reconstrucción de las ruinas que producen los militares con sus guerras y sus ideas luminosas,  como corresponde a mentes preparadas para solucionar los problemas mediante la violencia.

1 comentario:

Unknown dijo...

algunas mentes abiertas debieran cerrar por obras