"EL ROMANTICISMO DEL FUEGO AMIGO"
Las USAF de EEUU han
vuelto a presentar su periódico show titulado: “Fuego amigo”. Ahora en
Afganistán. En esta ocasión ha consistido en bombardear un hospital de Médico
Sin fronteras, causando decenas de muertos, heridos y desaparecidos. Los mandos
conocían sus coordenadas, pues se las
comunican habitualmente la ONG, pero, por lo visto, la prestigiada aviación americana se ha equivocado y ha arrasado el complejo sanitario. Lo justifican porque los
terroristas talibanes se habían refugiado en su interior.. Después de una “minuciosa
investigación”, concluye el informe que han sido “Daños colaterales”, eufemismo que equivale a
que los pilotos se han equivocado, machacando a la población civil, quedando
impunes los aguerridos militares americanos. Pide disculpas el general jefe,
promete prudencia en el futuro, y fin del drama.. Para los mandos se trata sólo
de una descoordinación técnica al considerarlas bajas habituales derivadas del
conflicto. Aunque a la población indefensa
le estremece, a los invasores les parece simplemente una consecuencia lógica de
su implicación en su sagrada misión en defensa
de la paz.. Es indignante la impunidad con la que actúa esta plaga en sus operaciones en países que invaden, produciendo una desmoralización infinita en la
población civil que ve cómo se les masacra sin compasión con los juegos de
guerra de estos iluminados que bombardean sus hospitales donde son atendidos de
enfermedades causadas por la guerra a domicilio. La denuncia es predicar en el
desierto, pues a la descomunal fuerza que poseen hay que añadir su incapacidad reflexiva al saberse impunes, además del
fanatismo de sus hazañas. Por tanto, las
condenas a estos actos criminales son simples desahogos tanto de las víctimas
causadas, como de la población sometida
a esas guerras “salvadoras”, creando
mitos en los que los americanos dan generosamente
su vida por el pueblo, aunque éste no se muestre agradecido, capaces de valorar
la misión sublime de los defensores de la paz. La clase militar es la última
estancia para defender los privilegios de los poderosos, quienes a cambio les permiten jugar a
soldaditos, aunque de carne y hueso que, por error, mueren a veces por “fuego amigo”
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