jueves, 16 de julio de 2015

LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS PERDEDORES.



LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS PERDEDORES.
Han cambiado mucho las cosas desde que Alemania perdió dos guerras mundiales en las que murieron mas de doscientos millones de seres humanos, arrasaron Europa, incluida Grecia, pero las potencias ganadoras, entre agradecidas y temerosas,  les donaron fondos sin límite y les perdonaron sus deudas. Este pueblo belicoso y soberbio considera que la guerra es la antesala de su Walhalla y no aprende que está condenado a perderlas. Una vez más inicia otra que será su Götterdämmerung en Europa y su primer asalto es Grecia. Ahora es quien escribe la historia, pues son los perdedores sus redactores, al contrario del dicho tradicional de que son los ganadores. En un artículo periodístico titulado “Sorteando el GREXIT”, sobre las exigencias a Grecia, su autor, alemán a juzgar por su nombre, desarrolla sus tesis con un desprecio humillante contra Syriza y su Primer Ministro, Tsipras, democráticamente elegido. El articulista le ridiculiza por haber convocado, (y ganado, no lo olvide) un referéndum apoyando el NO a las medidas suicidas que quiere imponerles Merkel. También elegida por el pueblo, pero que, según un acreditado periodista de izquierdas,  si a la población alemana se le pone un gorro y viene un iluminado con  bigote, el 80% estarían dispuestos a seguirle a ciegas. Merkel no tiene bigote, pero si  instintos de invadir a los pueblos que le rodean.  El autor llama a Tsipras “el excéntrico lider heleno”,  “tsunami Tsipras”, le acusa de ·”fintas infantiles y gestos altaneros”. Al Secretario General de Podemos le llama “el ínclito Pablo Iglesias” y  al prestigioso Wolfgang Münhau, “el ácido columnista” del Financial Times. A todos ellos les humilla acusándoles de jalear las “bravuconada” de Tsipras. Sería muy conveniente que  leyera “Las consecuencias económicas de la paz”, de J. M. Kaynes, en el que el famoso economista alude al Tratado de Versalles y describe las consecuencias de las hazañas bélicas de Alemania y los efectos derivados para toda Europa. En Euskal Herria tenemos la influencia de muchos emigrantes alemanes que huyeron al perder ambas guerras,  creando importantes grupos empresariales al calor y protección del  franquismo al que ayudaron durante su rebelión militar y ahora se declaran demócratas de toda la vida. Con amigos como el autor, no necesitamos enemigos.

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