AL PARROCO DE MUSKIZ
Como miembro del Pueblo de Dios y y habitual asistente a la
eucaristía dominical, quisiera exponerle con todo el respeto y sin ánimo de
polemizar, unas observaciones que juzgo necesarias y convenientes. Me atribuyo el derecho a
participar con mis puntos de vista y criterios para dar una imagen humilde y
liberadora de nuestra Iglesia, tal como viene siendo la preocupación del Papa Francisco. Soy un miembro más de la Iglesia, sin otra
categoría que la de creyente en el
Cristo de los Evangelios, pero que sufro con los que sufren y quiero que
el mensaje sea en defensa de los que no tienen voz, de los pobres y de los vulnerables.
El motivo de este mensaje personal es exponer mi queja por
la falta de atención con la que se trata al euskara en los actos y mensajes a
la comunidad de creyentes. Son escasos los carteles y hojas de mano en nuestro
idioma. Se limitan de vez en cuado a
algunos cantos en la eucaristía y en otros actos comunitarios. Se echa en falta la celebración de actos en euskara, aunque es obvio que al no ser Vd.
vasco, y desconocer el idioma, no se le puede pedir que a muchos nos
gustaría asistir a actos religiosos en nuestra lengua nacional. Por esa causa,
sería de agradecer que de vez en cuando se invite a algún sacerdote euskaldun a
que celebre con la comunidad en nuestra lengua. Quisiera manifestar que mi deso
es huir de cualquier intención de politizar algo que es el fundamento de mi
expresión como creyente. Por tanto, mi petición debe interpretarse como una
súplica para que pueda expresar mi fe en mi lengua.
Por otra parte quisiera poner de manifiesto mi respetuosa
,pero firme protesta por la lamentable impresión que causó la homilía del
domingo 5 de julio en Pobeña, que fue pronunciada por una señora. Tuvo un
contenido de mitin político refiriéndose al referéndum que ese día se celebró
en Grecia respecto a los problemas gravísimos que sufre el dolorido pueblo
griego. Se manifestó sin pudor por el SI, argumentando razones muy discutibles
y con escaso fundamento, pero que en todo caso correspondería a la ciudadanía
griega su decisión y de ninguna manera es una cuestión que tenga cabida en la
acción pastoral de la iglesia dado que es
un asunto temporal sobre lo que nada concierne a la Iglesia dar sus criterios.
Parecería que se vuelve a tiempos pasados en los que los púlpitos eran espacios
de propaganda política y que, entre otras razones, ha llevado a la iglesia a
ser considerada una organización con muy escasa credibilidad entre la ciudadanía incluida
la creyente, además de que es contraria a los criterios y puntos de vista de Francisco.
Reitero mi voluntad de ser consecuente con mi condición de
miembro del Pueblo de Dios, razón por la que considero que tengo el deber de
denunciar lo que en conciencia me parece antievangélico. Como es lógico, esta
queja pretende ser construcitva, por lo que no tendrá difusión alguna y se la entrego
personalmente para que le sirva de . referencia a la hora de informarse de la
realidad que percibimos los fieles. De ambos temas sugiero que habría que dialogar en el
seno del órgano parroquial correspondiente para que si es adecuado, se tomen
las medidas adecuadas que convenga. Pero debería ser tomado como un aviso para prevenir
errores o que el pueblo perciba que la iglesia de Bizkaia y de Muskiz en
particular se aleja de la doctrina evangélica
como es la voluntad de
nuestro Papa.
Le saludo con todo el respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario