DEFENSA NUMANTINA.
Ante el desprestigio general de la población, los políticos,
los jueces, militares y policías y gente
que vive del presupuesto, es un espectáculo
examinar sus argumentos para defender sus status privilegiados. Cuando
se ven obligados a responder ante las críticas suelen empezar manifestando que
comprenden el enojo de la `población porque la crisis les ha afectado. Pero pronto
hallan argumentos en su defensa: unos son generales y otros específicos, según su caso
concreto. La disculpa general suele ser el desconocimiento de los ciudadanos del
sacrificio que hacen por ellos. Otra es la vocación de servicio que les mueve para
dedicarse a la función pública.. A veces afirman que pasar de sus profesiones privadas a la
actividad pública les lleva a la perdida económica y posición social por su
afán de servicio a la comunidad. Enfatizan contra toda corrupción, afirmando
que ante la menor sospecha, que
dimitiría de inmediato por dignidad y por responder a la confianza que se ha
depositado en él.. Los argumentos específicos suelen resultar unas veces
cómicos y otras irritantes: los jueces afirman que ejercen la justicia como una
vocación y pasión que para ellos es un
valor objetivo y la base del sistema democrático. Que es un axioma que todos somos
iguales ante la ley. La policía justifica su existencia porque su afán de
servicio les lleva a los sacrificios que sean necesarios en pos de la paz y
seguridad de la ciudadanía. Que están siempre dispuestos incluso hasta a dar la
vida por la paz y la democracia. Ensalzan que su preparación técnica es tan
compleja, que les exige una alta cualificación en psicología. Argumentan su
capacidad y preparación para solucionar
situaciones inesperadas, lo que les obliga a permanecer en vigilancia. Los argumentos específicos de los políticos vienen condicionados por el
nivel en el que ejercen: si están en Las Cortes, si en las Comunidades o, si
son concejales. Todos ellos, además, según sean o no elegidos o puestos a dedo.
Afirman que los casos de corrupción en la política son infrecuentes, aunque los
medios les dan excesiva publicidad. Que en todos los países se da y que ellos
son los primeros en condenarla. Realmente tienen mérito su voluntad
inquebrantable de querer justificar lo injustificable para mantenerse en sus
cargos y para hacer declaraciones
grandilocuentes de condena de la corrupción, con la ironía de que al cabo de
poco aparezcan evidencias de que chapotea en las ciénagas putrefactas en las
que tan felices se sienten. Se atribuye a Woody Allen la frase: “La ignorancia
es temporal, la estupidez es para siempre”
No hay comentarios:
Publicar un comentario