MARRON- MARRON Y MARRON GLACÉ
Según el diccionario de la
RAE, una de las acepciones de “marrón” es “ cargar con alguna obligación
ingrata”. La expresión se ha convertido en topic trending porque tiene la
virtud de ser multiusos. Pero habría que matizar, pues el denominado “ marrón glacé” tiene a veces connotaciones
divertidas y cuyo resultado puede hacer
pasar el ridículo a quien le afecte. Es frecuente en política, sobre todo
cuando salpica a los que gozan del poder y alguien les descubre inesperadamente que están
desnudos y que los súbditos se sonríen cuando les ven ufanos enseñando sus
partes pudendas y piensan que de admiración.. Es el caso de Rajoy, cuando Merkel o Christine Lagarde le obligan a
hacer recortes en el gasto. Es ver
publicado en la prensa un SMS de ánimo enviado a Bárcenas encarcelado por
corrupto. Es un marrón cuando Pedro Sanchez tiene que dimitir y Susana cree que
va a barrer en la elección de Secretario General del PSOE y comprueba que ha ganado su enemigo Pedro. Los “marrón glacé”, suponen hacer el ridículo, pero si se tiene la piel
dura, es soportable. Pero el marrón-marrón
es diferente. En ese caso hay que pasar por la liturgia de acudir EEUU
para recibir el placet del Presidente. Para poder ser candidato a primer
ministro Felipe Gonzalez tuvo que comerse el marrón de comprometerse a respetar
el orden surgido de la Transición diseñada por Henry Kissinger. “Isidoro” en la
clandestinidad se plegó y a cambio ha terminado de consejero de una empresa del
IBEX 35 en pago a los servicios prestados. Es lo que se llama marrón-marrón.
Rajoy es experto en salir de situaciones de
marrón glacé: se limita a esperar cándidamente a que el problema se
soluciones por el simple transcurso del tiempo. En la tremenda crisis económica se le ha aparecido
la virgen gracias al cambio de ciclo económico. Era un marrón- marrón, pero se le
ha convertido en glacé dejando pasar el
tiempo y con eufemismos como llamar “préstamo privilegiado” al rescate del sistema financiero. La investidura
de presidente, que tenía todos los visos de ser un marrón-marrón, logró pasárselo
a los socialistas, embarrancando al PSOE. Pero en el caso del
referéndum catalán, tiene un
marrón-marrón genuino, pues provocar miedo con
jueces, leyes y fiscales , suspensión del 155, o mandar guardias civiles en el Piolin
ya no asusta a los catalanes. La tradicional táctica del búho de Rajoy ya no es
válida. Por eso ha ido ya a pedir “barra
libre” a Trump para que le autorice activar el 155 y evite el marrón-marrón
del escándalo internacional que explotará..
1 comentario:
Resumiendo, Javier, que esta política y los políticos de "pata negra", o sea el bipartidismo y sus adláteres, de este país, que queramos o no han sido votados, son todos marrón marrón y marrón-glace o sea: una gran cagada lo mires por donde lo mires, lo peor es que salimos todos enciscados de su m**rd*.
Saludos!!!
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