GENOCIDAS Y JUSTICIA UNIVERSAL
En una tertulia de periodistas bien alimentados y retribuidos
se elogiaban los avances que se están
experimentado en la aplicación de la Justicia Universal que está llevando a genocidas ante tribunales universales
sirviendo de disuasor a nuevas aventuras de iluminados que creen tener las soluciones que no logran los
políticos con sus negociaciones, verborrea y miedo a tomar decisiones. Alguien
señaló que hay sangrantes excepciones,, como que 40 años después de la muerte
plácida en su cama de Franco, todavía no ha habido ninguna tentativa para investigar
aquella hazaña que se inició con un levantamiento militar contra la República. Inmediatamente
saltaron los que se empapuzan del pienso que les ha permitido ser franquistas
con Franco y demócratas con la
Constitución, exclamando ofendidos que la Transición constituyó
un ejemplo modélico en el que los españoles una vez más muestran
que son capaces de perdonar y olvidar. Los demás `periodistas callaron para evitar menospreciar aquella acción
ejemplar tan prestigiada en todo el mundo.
La realidad es que la Justicia Universal se ha aplicado siempre a genocidas perdedores de la guerra y eso, con
muchas limitaciones para que no descubrir a muchos emboscados. Hitler fue vencido
y sus cabecillas comparecieron en
Nuremberg en un juicio que tenía escasos
fundamentos jurídicos y si mucho de
venganza, pero se liquidó sólo a los cabecillas más protagonistas y sobre todo a los más torpes. Los demás
salieron bien parados y muchos de los fundadores de la Deutsche Bundes
Republik pertenecieron a la
GESTAPO, SS o fueron responsables de los Konzentration Lager
donde se gaseó a millones de seres humanos. Tampoco Chile ha podido aplicarla a
Pinochet por derrocar a Salvador Allende, pues gracias a la impericia, torpeza y afán de
protagonismo de Baltasar Garzón, fracasó en su intento para que Inglaterra lo extraditara a España por
errores elementales en la tramitación del procedimiento. Ejemplar, sin embargo,
han sido los jueces en Argentina para
aplicar la Justicia
Universal a los militares golpistas de la Junta, a pesar de que no
fueron vencidos. Pero se contó con el prestigio y honestidad de Ernesto Sábato
que denunció aquella basura en su alegato “Nunca Más”. Ahora lo jueces argentinos
son los que dan ejemplo exigiendo justicia para los enterrados en las cunetas en España desde el
año 36, a
pesar de la política obstruccionista de los jueces españoles. Sin embargo, los
campeones de la impunidad se cultivan en EEUU con gran fertilidad, pues Truman
ha sido el único presidente mundial que lanzó dos bombas atómicas sobre la
población civil japonesa. Bush, en venganza por la humillación que supuso la
destrucción de las Torres Gemelas, arrasó Irak con la disculpa de que poseía
armas de destrucción masiva, que se demostró que se trataba de un “invento”.
Tony Blair también participó en aquella aventura criminal sin que se le hayan exigido
responsabilidades. A estos “ héroes” no
ha habido juez que se haya atrevido a aplicarles la justicia universal. Como
para fiarse de esos jueces tan exquisitos a la hora de cumplir con el deber de
procesar a quienes pueden arruinar sus carreras profesionales.
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