NI A LAS VICTIMAS SE RESPETA
Ante la tragedia del accidente aéreo en Alpes la población
queda atónita de dolor al enterarse de que hay víctimas que han perecido en él,
dejando un rastro de impotencia y resignación entre sus familiares y amigos. Se
produce una ola de solidaridad que muestra que el ser humano tiene sentimientos
y compasión por sus semejantes. Pero las
instituciones una vez más se valen del dolor ajeno para hacer política rastrera y sacar réditos de una tragedia.
Rajoy ha tomado nota de que Holland subió su popularidad aprovechando el
episodio de Charlie Hebdo y se ha apresurado a hacer bulto en el lugar de loa
tragedia.” Más irresponsable ha sido el fiscal de Marsella, que se ha
apresurado a acusar categóricamente al piloto de haber provocado
intencionadamente la catástrofe. Es muy sospechoso todo el montaje que tiene
visos de buscar desviar la atención hacia lo sensiblero y folclórico. Para este
menester ya se ha puesto en activo determinada prensa
que chapotea con pasión entre restos humanos, bulos y noticias amarillas para provocar sensación entre la población,
tergiversando el natural dolor que
producen estas tragedias. De esta manera se alimenta el morbo y la curiosidad
sobre aspectos irrelevantes, pero que forman el condimento para mantener a la
chusma disipada con banalidades y deje a los políticos el terreno libre para
sus enjuagues económicos y salvarse de responsabilidades. Son vomitivos los
telediarios informando y ofreciendo imágenes
de detalles nimios como hechos
probados, que son desmentidos de inmediato por otra genialidad que se le ocurre
a otro de los innumerables poceros. Todo ello aliñado con la participación de
“expertos”· que buscan su día de gloria ante las cámaras. Con la complicidad de
las autoridades que asisten a actos de recuerdo con caras compungidas,
decretando días de luto y perturbando a los familiares inquiriéndoles sobre
detalles morbosos sin respetar su dolor. A algunos periodistas habría que
examinarles de ética y humanismo. Aunque es que no saben qué es ni existen profesores que
impartan esa ciencia tan extraña.
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