domingo, 19 de octubre de 2014

FIN DEL DRAMA DE EGUNKARIA



FIN DEL DRAMA DE EGUNKARIA
A regañadientes los jueces han archivado la causa abierta contra el periódico que fue referencia en Euskara. Un episodio que ha mostrado las entrañas malévolas de los instrumentos del Estado y singularmente la dudosa imparcialidad de los jueces que han intervenido en esta causa política travestida en forma de juicio y ajustada a derecho. Se han conculcado todos los principios jurídicos de un estado que se atribuye el calificativo de derecho: se cierra un periódico que es el medio de difusión de la libertad, con nocturnidad y alevosía. Se denuncian torturas en cuartelillos a directivos del medio, aunque los jueces y fiscales no deducen testimonio a pesar de que deben hacerlo de oficio. El objetivo declarado por el ministro era diáfano: cerrar un medio de comunicación molesto, con la disculpa de que era parte de una organización violenta, a pesar de que ha quedado demostrado que sólo ejercía el derecho a la libre información. Las consecuencias han sido diversas: cierre del único medio de difusión en euskara, pérdida de puestos de trabajo de la plantilla, , encarcelamiento de personalidades reconocidas en los ámbitos intelectuales euskaldunes y sobre todo la sensación generalizada de que el gobierno central actuaba con la impunidad más descarada contra la cultura vasca, sin respetar los derechos que su Constitución  tanto proclama que nos protegen.  Juicios como éste que ha producido el cierre de Egunkaria, a pesar de que la sentencia ha sido absolutoria, contribuyen eficazmente a que crezca el desafecto hacia el proyecto español de convivencia,  popularizando y prestigiando la opción nacionalista vasca. Ahora habría que plantear a los vengativos jueces que han tenido que sobreseer el caso, de qué forma se van a compensar los destrozos morales irreversibles que han causado con sus sentencias politizadas, con sus silencios cómplices sobre las denuncias de los tratos violentos a los que han sometido a los directivos del medio. Además de las imprescindibles disculpas que se debería de exigir por parte de las instituciones concernidas. El CSPD no tendría que proclamar su amparo a Egunkaria y pedirle disculpas antes de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos emita su sentencia en la que una vez más ridiculice  la independencia de los altos tribunales españoles? En medio de todo, a causa de los excesos de los jueces y del heroísmo no buscado de los que idearon el proyecto, la causa vasca progresa de  manera imparable..

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