ÉVOLA: HÉROES,
VILLANOS Y RESPONSABILIDADES.
La epidemia de ébola ya se ha convertido en tragedia a causa de la actuación de los políticos y responsables
sanitarios, tanto nacionales como
autonómicos de Madrid. Aunque, en contraste, se están conociendo infinidad de
actuaciones de los profesionales sanitarios que constituyen signo de esperanza y ejemplo anónimo de
solidaridad y generosidad. Junto a las miserias de culpar a la auxiliar de
enfermería infectada de engañar a las autoridades, nadie informa que se
presentó voluntaria en el Carlos III para atender a los dos misioneros que
murieron por falta de adecuación de las instalaciones que requerían medidas
excepcionales. Que la pusilánime Ana Matos apareciera con cara de susto en la
rueda de prensa, que no respondiera a algunas preguntas poniéndola en ridículo. Que Rajoy alardee de
que en otros países le están felicitando por la manera de afrontar el problema.
Que no se previeran las consecuencias de un problema que se veía venir arrollando
desde países africanos desde muchos meses antes. Que no se tengan en cuenta las
denuncias reiteradas de los profesionales por deficiencias elementales, como no
disponer de trajes adecuados, algunos ni siquiera cubrían el cuerpo entero de
los sanitarios. Que a los sanitarios se les dieran instrucciones para
enfrentarse a su misión con una charla de veinte minutos. Que se traslade a la
enfermera, ahora grave, en una ambulancia sin los instrumentos y la protección
adecuada, cuando llevaba varios días
bajo la sospecha de estar infectada. En fin, toda la actuación de las
autoridades sanitarias ha sido miserable, pues están tratando de eludir las
responsabilidades atribuyéndoselas a la enferma y a los profesionales, dando
una información que pretende ser tranquilizadora, cuando la población está
escaldada de los mensajes adormecedores que a la postre han sido erróneos y
falsos. Como para confiar en el ilustre
e irresponsable Consejero de Sanidad de Madrid, que hace manifestaciones
indignas, ofensivas para todo el
estamento sanitario que está dando un ejemplo
de ética y responsabilidad y contención de la rabia que les producen manifestaciones
de políticos que están especulando con algo tan grave como la salud pública.
Que cada ciudadano reflexione sobre este episodio y saque conclusiones a la
hora de otorgar el voto en las elecciones. Se deben asumir los errores porque
es humano, pero eludirlos dando al ventilador nos muestra una imagen de quiénes
nos gobiernan.
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