FESTIVAL MUNDIAL DE LA CORRUPCIÓN Y EL FRAUDE FISCAL
En España habría que organizar este Festival, pues
lograríamos los éxitos más sonados y las estrellas serían nuestros políticos,
nuestra aristocracia, nuestros militares, nuestros jueces que acceden a las
altas magistraturas sin mojarse, apoyados por una excelente escenografía. El valor
de nuestra clase corrupta es que dominan el arte de introducirse en todos los
espacios, evadiendo todo riesgo. Poseen
una exquisita terminología que les hace aparecer identificada con el derecho y la justicia:
“Respetamos las sentencias judiciales, como no podría ser menos”. “En el Estado
de Derecho siempre se presupone la inocencia…” “Todo es posible dentro de la
Constitución que nos hemos dado a nosotros mismos” Por medio de misteriosos
mecanismos judiciales se consigue retrasar indefinidamente los juicios y las
sentencias, hasta su prescripción, apoyando a los defraudadores bancos, instituciones y corruptos, de forma que se pierden en el limbo
jurídico. Llegado el caso, una amnistía oportuna de Montoro puede deshinchar el
globo que los periodistas urden para provocar los instintos de las masas que
sólo buscan venganza y a la que nuestros muy profesionales cuerpos del orden
saben controlar con proporcionalidad, en las que se causan numerosas víctimas gracias
a su delicado trato a los revoltosos, para dar la oportunidad a nuestro
Ministro del Interior para elogiarles por su comportamiento ejemplar. Alrededor
de las Black Cards que Bankia .ha puesto
a disposición de sus directivos se ha desatado una vergonzosa campaña contra
los que las utilizaron, aunque han
actuado con extrema dignidad y honradez, renunciado a ellas para evitar una imagen que
no es la que corresponde. Así, el Presidente del Colegio de Economistas de Madrid,
D. Juan de Iranzo ha manifestado su pública protesta por el indigno acoso al que se le
está sometiendo por haber dispuesto de una tarjeta Black. Se limitó a gastar
unos 45000 €, que dedicó a destinos relacionados con su alta responsabilidad: adquirió
para su esposa dos camisones y para él un pijama entre otra lencería. Es de
resaltar una vez más la dignidad y elegancia con la que todos ellos han
reaccionado ante las insidias de individuos resentidos que no saben aceptar que
son personajes excepcionales que no pueden ser ofendidos por la plebe. Sí, nuestra aristocracia corrupta y defraudadora lograría los
máximos galardones y daría a nuestra patria
el reconocimiento merecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario