TRAGEDIA EN CEUTA: HAY QUE EXIGIR RESPONSABILIDADES.
Lo acontecido en Ceuta con resultado de 15 muertes violentas
no puede quedar impune. Es un cúmulo de errores, mentiras, impericia y huida de
responsabilidades. Los muertos acusan y no se pueden ocultar. La actuación irracional e inhumana de la fuerza y las
declaraciones de los responsables políticos resultaría esperpéntica si no
fueran seres humanos las víctimas mortales. Con qué
frivolidad defendió el Director General la actuación de la G:C. asegurando que
fue exquisita. Con cinismo, prepotencia
y carencia de escrúpulo alguno y sin la psicología necesaria para informar a la
población de los hechos. Fueron
pintorescas las declaraciones del Ministro del Interior tratando de disculpar
hechos objetivos que han venido a demostrar que sus argumentos eran falsos terminando por así reconocerlo. Fernández Díaz
en variascomparecencias en el
Congreso mintió expresando versiones que
se contradecían sucesivamente. La Alto
Representante de la Unión para Asunto de Seguridad, Catherine Ashton, ordenó
una investigación exhaustiva para aclarar lo que las autoridades españolas
estaban tratando de disimular achacando a los inmigrantes las responsabilidades
y eximiendo a la GC. con argumentos sin pies ni cabeza Es preciso cuestionar si declarar en falso
ante el Congreso no debería exigir
responsabilidades penales además de las políticas. Tuvo que ser un juez que
obligara a publicar los videos que disponía la G.C, cuya existencia inicialmente se negó. Su contenido resultó
escalofriante, tanto por la imágenes como por las conversaciones entre la tropa.
Inducen a sospechar que tienen sentimientos extraños ante la tragedia que se
estaba produciendo. Es increíble la
descoordinación y sensación de ineficiencia, por lo que no es extraño el
trágico final. Contribuyen a enrarecer el ambiente las manifestaciones del
delegado del Gobierno, el Presidente de Ceuta y las incoherentes explicaciones
en la comisión de control del Congreso del Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. Todos ellos cambiando
continuamente sus versiones acumulando mentira sobre mentira. Mientras,
periodistas del pesebre argumentan en sus tertulias opiniones tratando de minimizar los hechos con detalles
sin relevancia, justificando la muerte de 15 seres humanos en extrañas circunstancias
y que es de justicia que sean aclaradas y pedirse responsabilidades a los
políticos que han mentido a sabiendas ante los Diputados..
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