miércoles, 10 de julio de 2013

EL DIOS "RA" HA ASCENDIDO AL CIELO



El Dios “RA” ha ascendido al Cielo.

El teniente general Emilio Alonso Manglano, el que más sabía de España, nos ha dejado. Según ha escrito el periodista Antonio Rubio, “RA” sabía quien mató a Carrero, los entresijos del 23 F., apoyó la creación de los GAL, la cal viva de Lasa y Zabala, el asesinato de Santi Brouard, la muerte en la bañera de Mikel Zabalza, los experimentos de anestésicos con un mendigo, el atentado contra García Goena, el informe Crillón sobre Mario Conde, el video sobre la sexualidad de Pedro J. Ramirez, etc, etc. Mandaba sobre el AOME (un servicio de élite para operaciones especiales) que dirigió José Luis Cortina, declarado culpable por su actuación el 23-F  y posteriormente Juan Alberto Perote, elemento singular y ubicuo. Manglano ordenó las escuchas de los personajes más relevantes, desde el rey, políticos de todos los partidos, periodistas, jueces y diplomáticos. Manejaba los fondos reservados que financiaban las operaciones encubiertas sin dar cuentas a nadie de su destino. Tuvo que dimitir sacrificado para salvarle la cabeza a Felipe González. La Audiencia Provincial de Madrid le condenó a una sentencia liviana. Luego, ante el Constitucional   los acusadores de las escuchas retiraron sus cargos, por la cuenta que les tenía, por lo que fue absuelto.  ”Ra” era el dios egipcio del cielo, del sol, del origen de la vida y el que  lo sabía todo. Por eso  su nombre en clave era “RA” dentro del Servicio, pues es sabido que al estamento militar le apasionan los temas esotéricos y sobrenaturales. Ante tal curriculum uno duda  aceptar que en las altas esferas se  considere que ha realizado importantes servicios a su patria o se trataba de un delincuente, según cuenta una conocida periodista especializada en el tema. Porque, esas operaciones ilegales, financiadas con fondos reservados, llevadas a cabo por grupos ilegales, aunque perfectamente identificados y  dependientes de servicios oficiales que actúan impunemente, ¿ pueden ser considerados dignos de prestigio y de honor?  Es asumible que ese tipo de actuaciones en los bajos fondos y alcantarillas del poder sean la base que soporte la existencia de una país? Pero no se decía que una democracia se distingue porque no existe nada oculto a los ciudadanos? No se debería considerar a estos expertos delincuentes por eludir el imperio de las leyes? No digas ahora, Manglano, que “un ejército sin espías es como un hombre sin ojos ni oídos”, como se cita en “El arte de la guerra”, de Sun Tzu.

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