CREAR EMPLEO: UN OXIMORON.
El capitalismo contiene en su esencia el germen
de su propia autodestrucción respecto a la creación de empleo, lo que constituye una contradicción que atenta
contra la buena fe popular. Porque los apóstoles de sistema explican hasta la saciedad que tienen como principal objetivo crear empleo y
que gracias a ellos el mundo progresa. Es contradictoria esa afirmación, pues
realmente crea los puestos de trabajo
mínimos posibles y en las condiciones que les resulte más baratas., aunque a base de repetirlo hasta las nauseas quieran que sean los propios trabajadores los que canten
sus glorias. No es así, pues todos los planes
económicos y tecnológicos tanto privados
como públicos van dirigidos precisamente a eliminar trabajadores
sustituyéndolos por maquinaria o sistemas que incrementan la productividad y la calidad sin
límites, no piden aumentos de salarios, no protestan ni se afilian a los
sindicatos. Una de las especialidades profesionales actualmente más cotizadas
es la que se dedica a analizar los sistemas para potenciar el crecimiento de la productividad
que es el término técnico intencionadamente neutral que es
el generador de los beneficios empresariales. La productividad es el término perverso que estimula al propio
trabajador a que a cambio de un salario inferior se autoexplote y produzca más:
es la cruel plusvalía que realmente es
el motor del sistema que nos adormece con cantos de sirenas del progreso de las
variables macroeconómicas que publican tergiversados los organismos públicos para hacer soñar que la renta per capita de un país es el
salario que cobra cada ciudadano. O que a los que no tienen trabajo las tasas
de desempleo que se publican las estadísticas les produce el efecto placebo porque
es la fuente que les conforta a la
espera de solucionar su tragedia
.existencial. . Con la
internacionalización de la economía y para hacer competitivas las empresas
deben ser sometidas a permanentes procesos de reestructuración que suponen
transformar a trabajadores fijos en
eventuales, con rebajas salariales
impuestas que condicionan su aceptación a su continuidad en la empresa En
España el paro real ronda el 20%, lo que supone cuatro millones de trabajadores y se han firmado alrededor de 20 millones de
contratos, una media de 10 contratos al
año con salarios que no llegan a
mileuristas. . Es la respuesta a las
concesiones que se vieron obligados aceptar los capitalistas culpables de la Segunda Guerra Mundial para la reconstrucción
que supuso repetir el ciclo de la prosperidad económica del sistema. En ese
proceso se halla para recuperarse de la
crisis que ha sido provocada por su ambición y falta de escrúpulos..
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