REITERARSE EN EL ERROR
Dice el adagio latino: errare
humanum est. Es consustancial con nuestra condición humana y es de necios reiterarse en el error a sabiendas. Suele darse
entre gente poco dada a reflexionar cuando se tiene la sartén por el mango y se
teme que los demás puedan creer que reflexionar es
síntoma de debilidad. Es el deporte nacional del que manda sobre los
súbditos a los que considera más débiles, Así sucedió en 2004 con
el Estatut Catalan: Zapatero se comprometió a respetar lo que aprobara el Parlament
en referéndum-. Al tener que ser
ratificado en Las Cortes españolas fue sometido al correspondiente “cepillado”
por el nacionalismo español liderado por Alfonso Guerra y otros “patriotas”. Se
dio trato judicial a un asunto de claro
matiz político porque los españoles no son capaces de mantener discrepancias entre iguales y al carecer de
argumentos, apela a las leyes impuestas
para combatir las disidencias. El “cepillado” de Guerra es considerado el
inicio de todo el proceso independentista en Catalunya que muchos españoles
pensaron que fue un error humano que podría rectificarse. La prepotencia española se enfrentó a la tradicional
tolerancia y el “seny” catalán, soportando innumerables humillaciones y presiones
que, paradójicamente, fortalecieron su
firme decisión de separarse de la madrastra
que no le permite decidir su futuro. Pero la esperanza de que rectificaran
errores se ha visto frustrada con ocasión de la formación de los grupos
parlamentarios de la nueva legislatura, pues no se les ha permitido formar el
suyo propio, teniendo que pasar al mixto por primera vez, a pesar de cumplir
los requisitos del reglamento de las Cortes, tal como tradicionalmente se les ha permitido cuando su presencia era indispensable para
formar gobiernos. En esta ocasión se quieren
vengar por aprobar en el Parlament una
batería de medidas encaminadas a la creación del estado catalán, Es difícil
entender el afán de sancionar de los constitucionalistas,
pues es de esperar que estas medidas
provoquen el rechazo de los catalanes, quienes ven con satisfacción que
cada medida decretada por Madrid genere nuevas adhesiones a la causa
independentista y ya, por mucho que España rectifique, los catalanes no aceptarán más falsas promesas
y veremos con satisfacción el nacimiento del nuevo Estat Catalan.
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