viernes, 22 de noviembre de 2013

LA DACION EN PAGO DE LAS HIPOTECAS EJECUTADAS



LA DACIÓN EN PAGO DE LAS HIPOTECAS EJECUTADAS..
Uno de los economistas de más actualidad en estos momentos afirma en un artículo periodístico que si las autoridades españolas aceptaran la dación en pago de las viviendas para cancelar las hipotecas impagadas sería un grave error que retrasaría la recapitalización de los bancos y la de la economía en su conjunto. Es decir, para que quede claro: aconseja este ilustre defensor de los desmanes de las entidades bancarias que lo mejor es que los bancos embarguen los inmuebles de sus deudores hipotecarios fallidos y a la vez que mantengan  vivo el préstamo, dejando al deudor agonizando y sin poder recuperarse  y tengan que ir a vivir debajo de un puente de por vida, mientras el banco se convierte en una  inmobiliaria que sangra a sus deudores acumulando viviendas. Realmente hay que reconocer que es una idea genial del economista de moda, pues así los bancos que hicieron su gestión desastrosa se recuperan felizmente. Lo que no parece que la solución sea tan favorable para los que han perdido sus viviendas y  mantienen la deuda impagada. O sea que lo importante es salvar a los bancos, aunque sea a costa de la ruina de los que no pueden pagar sus deudas por la crisis que ha sido generada por la avaricia de los banqueros. Podría ser que esa manifiesta usura se justificara en base a leyes interpretadas por jueces que se presten a esas maniobras. Pero un hecho objetivo que los jueces con conciencia deberían de analizar es  que el importe de los préstamos otorgados  al comprador de la vivienda sea calculado sobre el valor tasado por una entidad de valoración de inmuebles que dependen o son filiales de los bancos prestamistas. Lo cual significaría que el deudor no tiene ninguna capacidad de influir a la hora de estimar la valoración, siendo en función de ello la cuantía del préstamo que concederá. Pero los bancos no son de fiar: aceptaron valoraciones superiores al valor del mercado porque sabían que la dinámica de los precios era al alza, lo que significaba que el préstamo siempre estaría cubierto con creces por el precio siempre creciente de la vivienda. Esa fue el sistema que permitió a la banca generar  beneficios espectaculares. Pero al explotar la burbuja  inmobiliaria y derrumbarse los precios, los bancos ven que se hunde su castillo de naipes y acude al gobierno para que les salve de la quiebra, aunque no fueron tan solícitos en épocas de prosperidad, y siempre amenazando al gobierno con el riesgo de quiebra. Por eso el economista mago de las finanzas ve lógico que se salve a los bancos aunque sea a costa de arruinar con malas artes a los que han tenido la tragedia de perder su empleo, mientras tienen que soportar a  unos gobernantes a los que les son indiferentes sus sufrimientos. Esta decisión de no aceptar la dación en pago la ha tomado el PP ahora en el poder, mientras el PSOE, ahora en la oposición, promete implantarlo cuando gane, lo que no hizo cuando tenía en sus manos el poder. Tendría que surgir un economista “perverso”, que informe a la población que el artículo 20 de la Constitución reconoce la cláusula de conciencia y que .se puede invocar ante situaciones sociales de emergencia. .

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