CARRERA DE OBSTACULOS PARA APRENDER EUSKARA
Si los vascos no cuidamos de
divulgar el euskara no vamos a ir a pedir ayuda a Madrid. Aquí el castellano es
obligatorio saberlo y su aprendizaje cuesta cero. También el euskara es
gratuito en la escuela, pero para quien desee aprenderlo de adulto debe tener
además de voluntad y amor
inquebrantable, medios económicos suficientes. O sea que los que no nacieron
euskaldunes les costará aprenderlo y, además, sin ayudas. Es una ironía de mal gusto
argumentar que existen becas y apoyos, pues realmente son limosna que humillan a quien las pide. En Israel a
todo extranjero que quiere ir a vivir a su país, además de asistir a un curso
acelerado de hebreo, cobra un sueldo y su
enseñanza y la estancia son gratuitas.
El euskara debería de ser considerado para los vascos un bien de primera necesidad equivalente al
agua, la energía básica para supervivir
o la enseñanza primaria.. El euskara es el medio de comunicación natural entre
los vascos, por tanto debería ser no sólo gratuito su aprendizaje, sino, como
en Israel, motivo de orgullo hablarlo y estudiarlo si se ignora. La carrera de
obstáculos nace porque para tener derecho a becas hay que acreditar el aprovechamiento
con un certificado del euskaltegi; es decir, no sólo tiene que tener interés, sino también, demostrar que progresa
en su aprendizaje, a pesar de su dificultad intrínseca y la capacidad intelectual del alumno. Que un
adulto decida después de trabajar, restar
tiempo a sus aficiones, esforzarse en acudir al euskategi, hacer etxeko lanak y mantener activa su voluntad de aprenderlo a pesar de su
complejidad, si, además, se le obliga a demostrar el progreso de sus conocimientos
para recibir una subvención, indica la insensibilidad
de quienes controlan el sistema de su enseñanza. Es evidente que el Gobierno Vasco
va por la línea de la enseñanza desde la
fase infantil, pues tienen más facilidad para aprender y las estadísticas de
éxito impactan. Sin embargo, incentivar eficazmente la enseñanza a los adultos a los que les cuesta progresar y el nivel de éxito es muy limitado, constituye una elección poco rentable en
términos propagandísticos. Los adultos
que aman el euskara tienen que soportar la rigidez de las
instituciones y ver que se les escatiman
los medios públicos e incluso son víctimas de la mezquindad del presupuesto para cubrir una
necesidad tan básica como aprender el
idioma propio. Ofende la incomprensión de los que lo administran, muchos de los cuales puede que dominen otros
idiomas de gran difusión, pero ignoran
el euskara e imponen el máximo rigor
para conceder becas. El signo de pertenencia a la nación
empieza por conocer y valorar el idioma propio. Los
adultos que aprecian el euskara y quieren aprenderlo no se merecen ese trato humillante.
1 comentario:
Por no hablar de las "duplicidades" oficiales (HABE/ AEK) en su enseñanza o impartición Javier. Parece ser que últimamente están unificando criterios en cuanto a exámenes y pruebas, pero de tod@s es conocido que tanto AEK como HABE han estado remando cada una por su lado durante lustros...
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