lunes, 20 de noviembre de 2017

500 AÑOS DE LA REFORMA PROTESTANTE




 500 AÑOS DE LA REFORMA PROTESTANTE
Se cumplen cinco siglos desde que Martín Lutero colgó sus “95 TESIS” en la puerta del Castillo de Wittenburg el 31 de octubre de 1517. El Papa León X le exigió que se retractara a lo que Lutero  se negó  y fue condenado mediante la Bula Exsurge Domino.  En ellas se denunciaba la degradación de Roma. Fue un intento frustrado de recuperar el espíritu evangélico que los papas habían ido pervirtiendo. Es un fenómeno inexplicable que la iglesia católica, cuyo fundador proclamó el amor y el perdón como fundamento de su doctrina  en los evangelios no se  haya  reconciliado aun con quienes denunciaron la interpretación totalmente opuesta a la del evangelio que le llevó a degenerar en lo que aun hoy concentra este antitestimonial poder temporal. La enseñanza que hemos recibido los católicos ha estado siempre basada en  falsedades acusando a los protestantes de ser los hijos del diablo. Critican aspectos relativos a la vida personal o tesis teológicas o doctrinales  de Lucero que carecen de todo fundamento filosófico  más allá de los puramente anecdóticos, pero sin dar respuesta a las graves acusaciones sobre el sistema de financiación por medio de las bulas para  la construcción de la Basílica de San Pedro o traficando con las indulgencias. Incluso el Papa quiso apresar a Lutero cuando acudió a defender en público sus tesis doctrinales. En realidad la efervescencia del Concilio de Trento, el nacimiento de la Compañía de Jesús y las guerras de religión tienen su origen en el enfrentamiento  violento de Europa entre católicos y protestantes, costando muchas vidas y ofensas aun no reparadas. Se llegó al statu quo con la Paz de Westfalia en 1648, pero la iglesia católica mantuvo y  mantiene la  exigencia de  que los protestantes se  retracten porque sigue declarándose  la religión  única y verdadera. Actualmente entre ambas  hay una actitud de indiferencia  porque las religiones han perdido gran parte de su protagonismo, pero resulta incomprensible que no se haya profundizado seriamente en la necesidad de  reconciliación. Se debería empezar  por que la iglesia católica se disculpe por las falsedades y escándalos  que se han ido  difundiendo y difunden en contra de Lutero por sus fundadas denuncias a Roma. Es doloroso para los fieles el   mantenimiento de  esta  separación entre hermanos que  ha degenerado en  antitestimonio contrario a los  evangelios por su obsesión  por acumular  riqueza material y  por  dar valor a  la caridad  humillante contraria a  la defensa valiente y arriesgada de la  justicia proclamada por Jesucristo. Los objetivos de la iglesia católica deberían ser la denuncia de las estructuras injustas  de la sociedad moderna y colaborar con quienes coincidan, olvidando las ofensas históricas mutuas con los protestantes. Cómo  difundirá la iglesia católica la reconciliación cuando tiene en su seno un conflicto fraternal desde hace cinco siglos?  Los católicos críticos,  contra toda esperanza, sin embargo,   confían en el Papa Francisco.

1 comentario:

IRIS dijo...

Uff!!! No voy a decir nada de las religiones ( todas) y de los que las profesan, pero que bien viven a consta de los creyentes (sus popes, sus brujos y acólitos) de los miedos y la desesperanza de estos.
Si Jesucristo ( refiriéndome a los cristianos´, católicos especialmente)de ser la figura que siempre nos han presentado, viera en que se han convertido sus enseñanzas y sus predicados....él mismo, cogería la cruz y se crucificaba.
Saludos!!!