ORDEN PUBLICO vs. SEGURIDAD.
El problema del orden público tal como está planteado no tiene solución porque no interesa a los que mandan. Por eso contratan a personas tan elementales que componen los cuerpos policíales. El orden público es un sistema diseñado para mantener a las masas y ajusten estrictamente su comportamiento. Los agentes se seleccionan según unas características antropométricas capaces de infundir temor, con formación elemental prevaleciendo la obediencia ciega, poco versados en psicología y en relaciones humanas. A cambio gozan de impunidad de sus actos , sobre todo en las orgías en cuartelillos y comisariás para “interrogar hábilmente a detenidos”. Sus mandos, unos son militares a los que se les prepara para ejercer la fuerza y la obediencia acrítica. Otros son civiles rebotados y sin profesión que acceden a la policía como un medio de vida y que acreditan su curriculum de “sagaces”. Denominarles “Cuerpos de “Seguridad” es un eufemismo propio de slogans patrióticos que huyen del “orden público” por el desprestigio acumulado. Está diseñados para reprimir y no para prevenir, que sería de suyo. Sería crear una división nueva: La Seguridad. Consistiría en analizar las acciones huyendo de los impulsos o corazonadas y diseñando estrategias. Requiere evitar acciones violentas con riesgo de lesiones o muerte: son siempre fracasos. Exige reflexión, lo opuesto a la saña y prepotencia del interrogador que actúa desde la superioridad imponiéndose al detenido indefenso y esposado al que el agente debe explicarle que la ley presume su inocencia , fundamento del estado de derecho. Evidentemente las FOP no pueden realizar esa misión preventiva porque la ignoran. La Seguridad tienen que contar con expertos en psicología del conocimiento del ser humano porque es con quien se va a relacionar y no con animales. Tienen que ser exquisitos con su integridad física, pues los heridos tienen que ir a los hospitales y ser examinados por médicos. Pero a la vez se les exige eficacia para que la sociedad sienta el efecto pacificador de la seguridad y no el terror a enfrentarse a un control policial. Se trata de que la seguridad sea un valor como el sentirse sano gracias a los médicos o satisfechos con el sistema de enseñanza. Ese es el reto que tienen los sistemas de seguridad democráticos modernos para que sean valorados y no temidos. Utopía?.
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