miércoles, 16 de febrero de 2022

TRAPERO CESADO.

 

TRAPERO CESADO.

Una de las muchas virtudes de los catalanes es la paciencia inteligente

 que utilizan con gran  eficacia como  estrategia para  lograr  que la metrópoli  acceda a autorizar un referéndum aunque sea  no  determinante: ya se las ingeniarán  de sacar punta al mínimo  indicio . Era extraño que  después de las declaraciones de Trapero  en el Procés y ser declarado culpable, en el juicio ante la Audiencia Nacional mostró un correo electrónico en el que  encargaba  un plan para detener a Puigdemont en el caso de que publicara la DUI declarando  la independencia de Catalunya. Ello le valió  ser declarado no culpable y dejar a su voluntad  ser repuesto en el cargo del que fue separado por el Procés. Optó por volver al puesto previo a la condena, pero ahora  ha ido destituido de jefe de los Mossos  D´Esquadra, aunque continúa en  la policía catalana  en situación de disponible para el servicio. Evidentemente,  su situación al frente de los Mossos suponía una anomalía, pues  se trata de ocupar un puesto de confianza  máxima que está  cubierto por un policía que la tuvo, pero que la había perdido de quien  le nombró. Es lógico, pues se  autoacusó  de sus  planes para detener al  President del Govern.   Era una decisión esperada por razones lógicas, pero que el Govern ha gestionado con una exquisitez que debería ser  lección para las decisiones que tomen  sus homólogos de otras policías  a la hora de ordenar el  cambio de titular de un alto ejecutivo. Detrás de todo el proceso que ha supuesto  al Tribunal Supremo  una victoria pírrica contra los acusados del Procés, gracias a una  argucia de Trapero,  responsable máximo de los servicios policiales, el Govern recupera su iniciativa y elimina al topo que le habían  introducido  los servicios secretos, lo que muestra una vez más la calidad de la justicia que repetidas veces tiene que asumir la revocación de  las sentencias de tribunales europeos y que tiene caducado hace tres años los  cinco años  de  plazo de validez del CGPJ. El juicio moral de Trapero ya se lo ha hecho el pueblo catalán y no es favorable.

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