TERAPIA MENTAL PARA
SUPERVIVIR
Según los expertos, el nivel
de satisfacción de cada día viene condicionado por lo que perciba en las
primeras horas. Para ello hay que
levantarse bien despierto, por tanto, conviene hacerse un breve programa que
sea cumplible. No hay que poner la radio ni música, pues es en esos momentos
cuando es más agresiva y aprovechan que los oyentes están aun medio dormidos para
asfixiarles a anuncios. Arréglese con tranquilidad y esmero; no desayune en
casa. Vaya al kiosco y compre un periódico que tenga una línea crítica, pero con
prestigio y honestidad. Puede ser GARA, LIBERATION, LE MONDE. No confíe en los
habituales, pues tienen que defender a sus patronos. Ni siquiera los digitales
que informan de verdades expresadas con exageración, pues casi todos ellos
están fundados por periodistas despedidos de los grandes medios a consecuencia
de la crisis. Los mismos perros con distintos collares. Vaya a desayunar a una
cafetería y siéntese en una mesa tranquilamente. Hojee el periódico crítico por
encima: así se blinda para soportar el chaparrón que recibirá a lo largo del
día con consignas subliminales.. No deje de leer los periódicos principales, pues de esa manera se
enterará de lo que interesa a los que
mandan. Porque rechazar cualquier información para evitar ser manipulado es una
actitud sumisa que impide que sus ideas críticas florezcan. No sueñe con
hacerse un ermitaño, pues huir nunca es prudente, aunque cómodo. Sepa que con el barniz informativo
crítico que ha adquirido en la cafetería
es una dosis de vacuna que le mantendrá alerta.
Al finalizar sus ocupaciones, siéntese en su butaca preferida, ponga
música clásica: Mozart, quizá algo de Wagner, pero mentalícese, pues requiere
atención. Beethoven es apropiado, o algo de Bach. Escuche sin leer nada, pues se pierden matices de lo
que escuche, beba algo. Una vez desintoxicado, ponga el telediario, alguna
tertulia, incluso las más agresivas en
las que más se interrumpan entre sí los intervinientes. Tómese a broma cuando
pontifiquen o con las propias afirmaciones contradictorias de alguno de ellos.
Observe que el coordinador interviene más que el resto de los demás juntos. No preste excesivo valor a lo que
oiga, pues todos tienen que servir a su amo; piense que se están ganado el sueldo.
Ahora ya puede leer el periódico crítico
en profundidad: compruebe que la
misma noticia tiene significados diferentes y a veces opuestos según el origen,
pero contrástela con el sentido del
periódico crítico. No es un sistema infalible: puede que piense de Vd. mismo que es un tipo extraño,
pero siéntase tranquilo; sirve para mirarse cada mañana al espejo sin avergonzarse..
1 comentario:
Je,je, je....Ya nos has descubierto Javier tu secreto para ser feliz, en esa faceta de la vida.Enhorabuena; por supuesto no eres un ciudadano domesticado ni por la publicidad ni por el sistema.
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