MADRID ANULA UNA PROMOCIÓN DE
ERTZAINAK
La noticia ha conmocionado
las estructuras que ampara el Estatuto Vasco, sospechándose que en venganza porque el PNV se ha
posicionado en contra de la investidura de Rajoy. Sin embargo, los pacifistas vascos lo consideran una excelente noticia, pues opinan
que ello contribuirá a perder el dudoso honor de ser la nación con más fuerzas
policiales por kilómetro cuadrado de Europa. Los círculos progresistas esperan
que el coste de esos ertzainak anulados se
destinará a contratar personal en
beneficio del nivel de vida de los vascos. Supondría reducir el número de
agentes cuyo objetivo es controlar y
vigilar a las masas para mantener el orden público. Su carga en el presupuesto
se aplicaría a contratar maestros para potenciar la conciencia ciudadana enseñando
educación cívica y respeto a los demás. Se ampliaría y capacitaría al personal
sanitario para atender las necesidades de la población enferma o incapacitada,
lo que, al final, constituye una inversión rentable a largo plazo porque se
conciencia a la población en valores superiores y se destierra la acción
policial tradicional de agentes carentes de preparación psicológica para
solucionar conflictos, basándose en el
miedo y en la sospecha de que todo individuo sea considerado un potencial
delincuente a vigilar preventivamente. De esta manera se elevaría el nivel general
de formación en valores de paz y
convivencia enfatizando los criterios educativos sobre los represivos. Una
sociedad evolucionada y con niveles de formación en todos los campos tan elevada como la vasca no puede soportar
ese estigma humillante de ser vigilada
por tantos y diferentes cuerpos policiales que tienen a sus fuerzas desplegadas
y que, al ser tan numerosos, se estorban entre sí a la hora de querer ocupar el
espacio que cada uno de ellos tiene
reservado en su cometido de guardar el orden, aunque ello sea de general
rechazo por la población que ve que, en cambio, pierde la libertad a la que tiene derecho, sin
injerencias ni paternalismo de legiones
de agentes sin otra capacitación que la que se deriva de la amenaza y de
la parafernalia preventiva de
medios desproporcionados que utilizan
para disuadir y asegurar lo que los políticos llaman seguridad, cuando
realmente es orden público.
1 comentario:
Más filosofía...menos policía.
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