domingo, 19 de junio de 2016

QUE DURO ES SER RICO!



¡QUÉ DURO ES SER RICO!
Con este  lamento se expresaba dolorida la Baronesa  Tyssen, viuda de Hans Heinrich Agost Gabor Tasso Freiherr von Tyssen.Bornemisza de Kaszor et Imperfalva. Los plebeyos se ofenderán ante la desconsideración de la Baronesa, pues muchos de ellos desearían sufrir el suplicio de ser noble y poseer  fortuna,  lo que  obliga a la aristócrata a soportar la servidumbre de pertenecer a su selecta sociedad con el estilo que sólo se puede adquirir viviendo en  ambientes tan exclusivos. Tiene razón la Baronesa, pues la tensión y la responsabilidad es  angustiosa: asistir a actos protocolarios sin descanso, siempre manteniendo el tono y las formas. Debe controlar la marcha de sus empresas, unas en Suiza, otras en Panamá. Vigilar el numeroso, costoso y rebelde servicio doméstico. Pendiente de  inspecciones fiscales  para revisar exhaustivamente sus declaraciones, obligándole a  despachar con asesores, abogados, inversores,  planificando los movimientos de sus fondos repartidos por todo el mundo en remotas Offshors. Ser Presidenta del Museo Thyssen requiere una atención permanente  vigilando tanto sus finanzas como atender el protocolo que impone ser  la aristócrata a la que los medios  vigilan para descubrir el fallo que alimente el morbo de los amables periodistas del corazón. Realmente se comprende que  envidie la paz que disfruta la plebe, pues “Tita”  sabe que  son felices,  más allá de tener que buscar  trabajo, aunque sea basura, pero sin que les preocupe Panamá, ir a Suiza para controlar a sus testaferros o vender algún cuadro de su colección sin autorización oficial para hacer caja y  vivir con la sencilla elegancia que requiere su rango. Adora a la plebe, aunque a  veces se sienta  agobiada, pues esta gente sencilla aspira llegar a ser algún día como la Baronesa jugando a la lotería o a las quinielas. Y siempre  corroídos por la envidia por no tener  alguna Offshore en Panamá o en otro paraíso fiscal, si bien temerosos de  la Agencia Tributaria por si le descubren aalgún paoó  al fontanero en negro y sin IVA o que la policía les aporree por manifestarse porque les ha engañado el  banco donde invirtió todos sus ahorros en  preferentes. Pero, cómo comparar el esfuerzo de la Baronesa Thyssen con el de esta gleba inculta e insaciable?. Cierto que en caso de ser imputada ante los tribunales, sabe que  el juicio no  se celebrará en décadas y en último extremo, siempre habrá una amnistía fiscal que le evite  riesgos inoportunos.

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