LO QUE SE PERDIO EN 1936
Una rebelión militar
provocada por un general tosco e inepto apoyado por un ejército de tradición
golpista, la jerarquía católica, que cumplía su misión de control
ideológico de las masas incultas, derrocó la República por medio de un golpe de estado. Fue el
primer intento en la historia del país de salir del medioevo para edificar un
estado moderno basado en la justicia y apoyado por la ciudadanía. Fracasó el intento
porque en España se asentaba y asienta la peor jauría oligarca y montaraz sin conciencia que cree que es una finca de su propiedad. Pero no sólo se arrasó el
país, sino que supuso la pérdida de una generación completa, Era una sociedad desestructurada, de bandidos
generosos apoyados por la jerarquía católica retrógrada que creó el
nacionalcatolicismo represor de ideologías, del pecado y de creencias fetichistas que daba cobertura ideológica a las hazañas
del Dictador. Junto con los caciques que
apoyaron La
Cruzada para llenar
sus bolsillos. Además, arrasó con todo vestigio de una sociedad vertebrada en
la que las relaciones humanas se deterioraron porque se eliminó cualquier
indicio de socialización, potenciando el individualismo, la picaresca y la
insolidaridad. El slogan era: “que cada cual se las arregle como pueda”. Siguió
una terrible posguerra de graves carencias y, en contraste, nació una clase de
nuevos ricos estraperlistas y especuladores que crecieron al calor de la
corrupción y de una filosofía paternalista
de la limosna, la caridad, la sumisión y la más absoluta falta de libertad
cuyas consecuencias perduran. Muerto Franco los herederos se las ingeniaron
para conservar todos los privilegios, para lo que se promulgó en el 77 una amnistía general que borraba cualquier
responsabilidad, tanto criminal como fiscal o de apropiación ilegítima de
bienes públicos. Se completó la jugada con la Transición que dio
origen a la Constitución
que ha servido para legitimar la irrupción política de los herederos de los franquistas,
convirtiéndose en demócratas de toda la vida. Su gestión irresponsable ha provocado
una crisis global que ha coincidido con la económica mundial, con unas estructuras sociales y culturales que
ha llevado al país al caos y a poner en duda una salida previsible, con riesgo
de múltiples rupturas y de convertirse
en un país fallido.. Todo ello porque los gestores que heredaron al Caudillo no
han sabido evolucionar, queriendo
mantener los privilegios del siglo XIX en el
XXI. Además, una monarquía corrupta respaldada sólo por los militares,
la iglesia y los banqueros que han tenido que ser rescatados con fondos
públicos para evitar la quiebra. Pero lo grave es la actitud de la población que se mantiene indiferente y sin
expectativas, con un paro declarado oficialmente de 5 millones, con empleos precarios que superan el 50%.. Con
un índice de pobreza severa que afecta al 15 % de la población y el 30% los que
no pueden llegar a fin de mes. Aunque, paradójicamente, el 90% se siente
satisfecha. Quizá por “La Roja”
y “El Toro de la Vega”?
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