viernes, 16 de febrero de 2024

SOBRE EL CONTROL DE LA OPINION PUBLICA

 

 SOBRE EL CONTROL DE LA OPINION  PUBLICA.

Los estados, que tanto cuidan que su ciudadanía mantenga   una  buena  opinión pública para lo que dedican  ingentes cantidades en publicidad y propaganda , sorprende el   desconocimiento   sobre  la valoración y criterios  de la colectividad  sobre  al ejército,  jueces,  monarquía o la Iglesia. O sí la conocen, pero no la publican porque pueden derribar gobiernos, pues  son poderes fácticos    incontrolables  e incluso  cambiar un  régimen. Se atribuye a Maquiavelo la máxima: “los referéndums  se convocan   para ganarlos”. Por extensión,  se  amplía el exordio: “hay asuntos  políticos que no deben ser puestos a consideración del  pueblo para lo que no está capacitado”. Era el Despotismo Ilustrado que  la Revolución Francesa no pudo dominar y que   muestra el desdén  de  los políticos hacia el pueblo , inclusos  los  elegidos  democráticamente.  El cinismo de los  gobiernos  es que alardean de que  sus servicios de información conocen todo, pero los poderes fácticos  designan  quienes  formarán  gobierno y a quienes se le siega la hierba bajo los pies a pesar  de las  preferencias de la ciudadanía. Ninguna opción   por mucho que las encuestas lo  vaticinen  va a poder llegar al poder sin el beneplácito  de esos poderes ocultos  que se ignora  quienes los componen, pero  es evidente  que existen por  sus efectos, pues los movimientos que rebasan el límite político existente, como  Podemos, o los nacionalismos reivindicativos, como  ERC o  PNV son bloqueados con saña por los aparatos del estado hasta ser asimilados por el  Estado-Leviatan.  A sensu contrario,  grupos  sin ideología, pero liderados por personajes que se promocionan a sí mismos, que rebotan de partido en partido son financiados generosamente  por los poderes fácticos  contribuyendo  a mantenerles  en el poder, mientras    son dóciles y les apoyan  para que  los jueces sean benévolos con la lacra nacional de la  corrupción y  sus turbios   pasados  en   el franquismo y  ahora aclaman  la Constitución.


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