M. RAJOY: TACTICA PARA ELUDIR MARRONES

 

 M. RAJOY:  TACTICA PARA ELUDIR MARRONES

No se le ha hecho justicia y, salvo las incoherentes lagunas de sintaxis en intervenciones públicas que dejaba a los interlocutores in albis y que tuvo discípulos aventajados, como Cospedal con el  "despido en diferido", hay que reconocer que fue maestro. Su  método personal   suponía una gran  aportación a la imagen  de España siendo adoptado por  políticos, jueces, policías y corruptos para eludir  los charcos.  Consiste en guardar  silencio hermético en situaciones difíciles  y esperar a que escampe. Y  si es  oportuno  responder con aplomo: "no sé,  no me consta". En las  ruedas de prensa   es útil   su técnica del rodeo  utilizando frases de relleno  retóricas, pero  que obvian silencios embarazosos, como "esa persona a la que Vd. se refiere...". Marlaska domina esa técnica porque  los jueces cuenten con la prepotencia derivada de su profesión, pues el TEDH   ha revocado su sentencia por no investigar torturas a presos en las comisarías. Según es tradicional  se ha limitado a no darse por aludido. Al Pleno del  Supremo  el citado tribunal de la UE le ha impugnado la  sentencia en la que ordenaba repetir el juicio de  Beteragune. De nuevo el silencio ha sido la respuesta a la opinión generalizada de juristas expertos sorprendidos  por la contumaz  sentencia   que en el Supremo se temía fuera revocada  por tribunales de la UE que imparten justicia y rechazan las de los que buscan venganza. Puigdemont  es  considerado inocente por un tribunal belga frente al Supremo  que fallaba su extradición por huir de la justicia hispana. Ahora ya diputado en el Parlamento Europeo, el  Supremo una vez más tiene que  resignarse a soportar las caricaturas   en la prensa de la UE. La jueza  Servini, en cambio, es víctima de la táctica: "no sabe, no contesta" ante su demanda de extradición  de "Billy el Niño" acusado de torturar en la DGS. Gracias a las argucias de Rajoy los tribunales  celtíberos han negado su extradición, lo que le ha permitido morir  en paz sin responder de sus hazañas. La justicia española en un alarde de agudeza   ha guardado silencio sepulcral eludiendo toda respuesta  a la demanda argentina, lo  que supone  burlar   la justicia  internacional.