jueves, 9 de mayo de 2019

PERDER UNA BATALLA NO ES PERDER LA GUERRA


“PERDER UNA BATALLA NO ES PERDER LA GUERRA”
En su libro “el misterio de dos pueblos”,  William Soto Santiago, desarrolla la tesis del título. Aplicándolo al BREXIT  es evidente que quien pierda la batalla,  perderá la guerra. Parece  la última  esperanza que le queda a este pueblo soberbio que alardeó   por triunfar históricamente en sus aventuras imperiales, pero  no han sabido interpretar que la suerte es esquiva y hay que cuidarla,  y puede  traicionar  a pesar de la agudeza con la que siempre se han desenvuelto. Un error imprevisto que no quiere reconocer Teresa May está a punto de dar al traste con toda una historia. El orgullo inglés no soportaba el papel de  segundón  asignado  por los fundadores, pues De Gaulle siempre se opuso a considerar a  Inglaterra entre los líderes de la CEE  imponiendo sus impertinentes condiciones a los  miembros fundadores  del Club. Amenazaron con salirse si no se les aceptaban sus exigencias,  pues contribuían a los gastos comunes con un  trato  privilegiado, fueron reticentes a la libre circulación de personas y otras excepciones y a pesar de todo han echado  el órdago convencidos de que lo ganarían. No calcularon bien, pues incluso May dudó del BREXIT,  porque  si dentro de la UE tendrían dificultades, ahora  descubren aterrados  que fuera hace mucho frío. A pesar de la paciencia y el temor de Bruselas ante una posible  desbandada, ,los insolidarios súbditos de Su Majestad han descubierto que los perjuicios serán irreversibles si  mantienen su actitud soberbia, pero, y a pesar de la lección de democracia que están dando en espacial a España a la hora de negociar la salida de la UE, rechazan la posibilidad que les brinda el Tratado de Lisboa en su artículo 50 que les permitiría continuar en el seno de la UE si aceptaran las condiciones que se les exigirían como a cualquier otro estado que lo desee. Y eso que las alternativas  son el caos económico y social si abandona la UE. Han perdido la batalla al provocar a la UE y perderán la guerra y se convertirán en los  mendigos europeos, aunque  llenos de dignidad. Tendrán que tomar árnica  pedir auxilio a  pesar del  orgullo que ha sido siempre su divisa.




1 comentario:

IRIS dijo...

Bueno, a los hijos de la Gran Bretaña les quedará el orgullo imperial, el frío y el caos económico y social tras perder la batalla del Brexit y más que seguro la guerra de la UE... y la dignidad, pero y a España que nos queda de nuestro fidelidad a esa UE: frío y caos económico y social( duros con los más necesitados, permisivos y blandos con los privilegiados) sin ninguna batallitas que contar, salvo que no nos intervinieron gracias a dejar endeudados a los ciudadanos durante varias generaciones y eso sin contar lo que nos puede venir de las élites políticas quitando y poniendo según convenga a sus intereses partidistas que no de ciudadanos europeistas....y dignidad???
Saludos!!!