sábado, 17 de febrero de 2018

EL SAPO COTIDIANO DE LOS DIRECTIVOS DE MEDIOS




EL SAPO COTIDIANO DE LOS DIRECTIVOS DE  MEDIOS
Ser actualmente directivo de un medio de comunicación es una aventura sólo apta para kamikaces o por quie3nes  ignoran  que  moral y ética son palabras que vienen en el diccionario de la RAE. Toda alabanza que reciban siempre será poca y merecida. Su primer ejercicio diario es seleccionar argumentos para defender las políticas del gobierno que supongan incrementos de impuestos y reducción de servicios públicos  dirigidas a la población y  aceptándolas convencidos de que  mejorarán su  calidad de vida. A continuación tienen que aleccionar a sus periodistas más agresivos  para que diseñen el castillo fantástico del plan de ataque ideológico y publicitario de las medidas decididas en las alcantarillas de los servicios secretos, policiales  e intelectuales que dependen del Presupuesto para  domar al independentismo catalán. El director del medio  debe ser muy cuidadoso  porque ya no es posible manipular a la población como en tiempos del Caudillo, y no  porque la gente ya no  sea dócil, es que los malditos medios sociales de comunicación son  una avalancha que arrastra  de inmediato cualquier rumor poco elaborado y  manipulado convenientemente  y provoque efectos no deseados. Para darle contenido cuenta con el Consejo de Redacción que analiza todas las  posibles alternativas. Sobre todo, que la redacción del rumor esté bien razonada, pues existe el riego de que lectores y televidentes nacionales  sientan que son tratados como deficientes mentales dada la escasa calidad de redacción del montaje informativo al que se le da el tono de “noticia”. Más importante aun es la prensa internacional, pues  ha descubierto un filón informativo  sorprendente  por la “alta y objetiva calidad” de la información de este estado “democrático” miembro de la UE. Además es fuente inagotable de “basura”  para  humoristas que editan  tiras cómicas.  Sin que falten los que  muestran  solidaridad con el pueblo llano español porque ha perdido su capacidad crítica votando masivamente al partido en el poder actualmente y cuyo presidente ha tenido que declarar ante un tribunal  acusado de corrupción. Realmente digerir el sapo inicialmente es vomitivo, pero si de adoba adecuadamente con buenos sueldos, participación en los círculos restringidos del poder  y complementados con  fondos reservados para asegurar su continuidad,  todo ello constituye una experiencia que tiene poco de periodismo, pero, como dice el cínico: “alguien lo tendrá que hacer”



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