ARQUETIPOS DE POLÍTICOS
PROFESIONALES VASCOS
Es un ejercicio muy saludable
y resulta divertido seguir el rastro de muchos de los políticos que han hecho
de ello su profesión y no les ha ido
mal. Es gente despierta que sabe merodear por los rincones del poder, siempre
están en el momento y en el lugar adecuados. Esta clase social suele tener niveles de formación elemental, pues lo suyo
nunca fue estudiar; de chavales preferían echar la partida en el bar. Eran unos linces para relacionarse con
políticos que cultivaban con agudeza. Cada uno con su estilo, buscaban en el partido en el que intuyeran alguna oportunidad. Una vez
dentro, ya se las arreglaban para
frecuentar el mundillo de los afiliados importantes. Son muchos y uno tiene el pudor de olvidarse
de citar a alguno, pero podríamos citar:
Pachi López. Su profesión: tocar el
saxofón. Entró en la UGT como recadista, llegando a Lehendakari, para terminar
de Presidente de Las Cortes. Se equivocó al presentarse de candidato a
Secretario general del PSOE enfrentándose a Sánchez a quien en el debate se
permitió desafiar y rechazar su oferta de colaboración. Al final se ha rehecho
y ahí está colocado en la nueva directiva de Pedro. Iturgaiz, curiosamente
acordeonista, aunque se desconoce si ha trabajado alguna vez en su vida, dudó entre el PNV y el PP. Este fue quien le admitió
llegando a ocupar cargos relevantes, aunque pasó una fase de incertidumbre que
solucionó por suerte , pues al no sacar
escaño para Europa, se quedó en la calle. Una baja de otro compañero le
permitió recuperar el escaño. Y ahí está en el Parlamento de Estrasburgo
codeándose con lo más florido de Europa. Rodolfo Ares: político de vocación, maestro
industrial, a quien le llamaban “el corcho”, pues siempre salía a flote de
todas las crisis. Llegó a consejero de Interior del gobierno Vasco precisamente
con Pachi. Le tocó el “marrón” del homicidio de Kabakas con pelotas disparadas
por la Ertzaintza. Parecía que su estrella se apagaba, pero Pedro Sanchez le colocó en su anterior
ejecutiva, demostrando su capacidad para
mantenerse a flote. José Antonio Pastor:
otro miembro incombustible del PSOE, quien en su biografía declara como
profesión político. Siempre en las
instituciones, unas veces de concejal, otras de parlamentario en Gasteiz, pero
siempre a costa del presupuesto. Son sólo una breve muestra, pues hay muchos
más dignos de ser citados. Todos ellos han hecho de la política su medio de
vida, por lo que su preocupación es mantenerse agarrados al puesto a toda
costa.
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